La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos anunció el viernes los reiterados ataques que se han producido en los últimos años contra pueblos indígenas en Nicaragua para expulsarlos de sus tierras, al tiempo que ha instado a las autoridades a investigarlos para llevar a los culpables ante la justicia. Desde 2015 unos 40 indígenas han sido asesinados y otros 47 han resultado heridos, mientras que 44 han sido secuestrados y otros cuatro han desaparecido, todos «en casos relacionados con invasiones de tierras». El incidente más reciente tuvo lugar el pasado 29 de enero cuando decenas de hombres armados atacaron la comunidad mayangna, en la reserva Bosawás.