El grupo de cantautores aragoneses Adebán será reconocido el 5 de octubre como Hijo Predilecto de Zaragoza a propuesta de Zaragoza en Común. Será con motivo de la tradicional sesión plenaria de entrega de distinciones de la ciudad previa al pregón de las fiestas del Pilar.

Adebán, integrado por Jesús Escartín, Jesús Bendicho, Jesús Lucea y Jesús Martín, nació en plena transición española. Su actividad musical está muy ligada a la actividad política y a todo tipo de actos reivindicativos de barrio, sindicales ... El pasado 14 de julio, los jesuses vieron cómo su fama se disparaba inopinadamente al ser identificados por un miembro de la Guardia Civil de Canfranc por cantar una canción contra la monarquía y a favor de la república en un acto reivindicativo en el que se pedía la reapertura de la línea internacional.

ZeC ha elegido a Adebán tras un proceso participativo abierto a los integrantes de esta plataforma ciudadana, donde también se han valorado las candidaturas de Dune Solanot, el Colectivo 11 Febrero en Zaragoza, Apudepa, Cristina Ouviña, Pablo Montes y José Luis Rodríguez.

Adebán se constituyó hace años en asociación cultural sin ánimo de lucro, con lo que ofrecen conciertos de modo gratuito o con un precio simbólico allí donde son llamados.

Jesús Escartín, cabeza visible y habitual portavoz de Adebán, ha conocido la noticia en Bilbao, donde se encuentra por un asunto personal. "Estamos muy contentos y satisfechos. Es muy bonito para nosotros", ha dicho. Respecto a las consecuencias de lo ocurrido en Canfranc en julio, Escartín ha explicado que ya no han vuelto a tener novedades. "No sabemos si nos llegará una multa o la minuta por la publicidad que nos ha dado todo aquel lío. Si nos llega en formato de minuta, obviamente no nos quedará otra que pagarla...(risas)", ha bromeado el componente de Adebán.

Figura antifranquista

Escartín es muy conocido por ser una importante figura antifranquista aragonesa que siempre ha visto en la música una herramienta de protesta.

Nacido en Huesca en octubre de 1952, se dejó la piel y la voz sobre los escenarios a finales de los 70 cantando contra la base americana y el "desembarco" de la General Motors en Zaragoza, para después trabajar durante ¡35 años consecutivos en la planta de Figueruelas! Detrás de esta paradoja habita un activista de la cabeza a los pies con una historia que contar (y cantar) de esas que dejan boquiabierto.

Primero porque militó desde muy joven en el clandestino Partido Comunista de España (Marxista Leninista) PCE (M-L). Y después porque huyó del país a los 22 años, cinco meses antes de que muriera Franco y estando en pleno servicio militar.

Siempre unido a las causas más solidarias y sociales, sus armas son la voz y la guitarra. Desde los 16 años, cuando le fichó el grupo Los Colores como vocalista, estaba acostumbrado a actuar en público. Comenzó con la música ligera y terminó en la canción protesta. Eso estaba cantado, nunca mejor dicho, teniendo en cuenta las inquietudes sociales y políticas que amasó desde niños.

“En París, en los dos primeros meses de exilio, mi labor y la de otros compañeros consistía en cantar por las calles ante una bandera de la República española, para que la gente supiera lo que pasaba de verdad en España”, narra Escartín. Eso sí, pese a que su activismo era de baja intensidad no pudo evitar dar con los huesos en calabozos parisinos de baja temperatura.

Después viene el paso a Holanda por orden del partido para seguir haciendo proselitismo de la causa comunista y “reforzar la organización” en ese país, el regreso a España en la Navidad del 77, la persecución que sufrió por muchos de los suyos por no compartir los planteamientos más violentos del Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP), la paliza que le dieron precisamente como castigo una mañana camino del trabajo, suceso que terminó costándole el empleo…

Una vida de película que el 5 de octubre sumará un fotograma más en la casa consistorial de Zaragoza.