El estereotipo del guardia civil que andaba por el campo con su tricornio es ya historia". El delegado del Gobierno, Javier Fernández, explicó en su primera visita oficial a Calatayud que el concepto decimonónico del cuerpo de la Benemérita debe adaptarse a los nuevos tiempos.

Fernández explicó que la revisión de este modelo puede suponer la eliminación de pequeños puestos en los que no hay suficientes agentes como para prestar un servicio de seguridad adecuado. "Los alcaldes deben hacer comprender al ciudadano que la seguridad no aumenta porque haya más puestos, sino que se deben potenciar otros medios, como los vehículos y las transmisiones".

En este sentido, el delegado del Gobierno apostó por una revisión del plan de rehabilitación de casas cuartel, "ya que muchas están completamente deshabitadas". Así, Fernández comunicó al alcalde, Fernando Martín, que las actuaciones pendientes en el cuartel bilbilitano están supeditadas a dicha revisión, aunque negó la posibilidad de que sea cerrado.

Hasta 17 proyectos

Alcalde y delegado analizaron también el estado de varios proyectos que el Ejecutivo central tiene pendientes en Calatayud y Fernández señaló que hará lo necesario para acelerar los más urgentes, como el desvío del barranco de las Pozas o las obras en la salida de la N-234.

Además, Fernández elogió el sistema de coordinación entre las distintas fuerzas de seguridad en Calatayud, pero advirtió al alcalde de que la falta de efectivos en la plantilla de la Policía Nacional "es un problema que no se puede resolver de la noche a la mañana, ya que hay que esperar a que se asigne el destino a las nuevas promociones".

Sobre el resto de proyectos, como la ampliación de la Academia Logística, el abastecimiento del Bajo Jiloca o la intervención en el conjunto fortificado islámico, Fernández se comprometió a servir de intermediario con los ministerios correspondientes.

RUBEN CRISTOBAL