Un peligroso joven delincuente anda suelto por Zaragoza desde el martes. Al parecer, formaba parte de una banda que atracaba bancos a punta de pistola y escapó de los policías que le custodiaban en el Tribunal de Menores, adonde había sido trasladado para realizar una diligencia. Si no fuera por las repercusiones sociales que esta cadena de fallos policiales puede tener, el episodio merecería ser tratado en la sección de cine, porque el joven, que iba esposado, logró saltar por la ventana de un lavabo, incomprensiblemente sin rejas, y huyó ante el pasmo de los policías que no lograron darle alcance en pleno centro de la ciudad. De pena.