En un mercado tan parado y en tiempos de crisis galopante como la que también vive el fútbol por las consecuencias de la pandemia del coronavirus dar salida a jugadores se hace todavía más complicado y con ese papelón está lidiando Torrecilla en el Zaragoza. El club ya ha incorporado a Peybernes, un central, y tiene cerrado el fichaje de Álex Alegría, un delantero, por lo que es prioritario dar salida a un defensa, a Guitián, y a un punta, Vuckic, además de que hay otros jugadores en la rampa de salida como Larrazabal, Jannick Buyla, pese a que en este caso se le dijo en diciembre que se contaba con él, o Raí, ya que el club también busca un centrocampista en el mercado de enero y necesita liberar más masa salarial.

De todas las salidas, la que tiene un aspecto más complicado, aunque la de Larra no es sencilla porque requiere también la autorización del Athletic, es la de Haris Vuckic, punta fichado por Lalo Arantegui casi a mitad de la temporada pasada, en febrero, con la carta de libertad del Twente, donde acababa contrato en junio, y que iba a ser un refuerzo tanto para el escenario en Primera, el más probable entonces, como en Segunda. Firmó por tres años, con un salario que ronda los 400.000 euros y su incorporación ha sido un rotundo fracaso hasta el momento, con 13 partidos de Liga y dos de Copa, un total de 601 minutos, y un rendimiento cada vez más a la baja, con menos minutos con el paso de los partidos y con cero goles en su casillero.

Su salida, además de por el número de delanteros (Es el quinto junto al Toro Fernández, Narváez, Azón y Alegría), es vital para liberar una masa salarial significativa. Sin embargo, hasta el momento no hay ninguna oferta que se ajuste a lo que el Zaragoza desea, una cesión con opción de compra por la que su club de destino asuma la parte proporcional de su ficha hasta junio. En esas condiciones, no hay ninguna propuesta para el Zaragoza, pese a que sus agentes, la compañía SEG, una especie de cooperativa de representantes que tiene muchos miembros, están moviendo al jugador por bastantes países.

Bélgica y Holanda

Tampoco hay, lógicamente, ofertas que contemplen un traspaso y desde el club la posibilidad de rescindir su vínculo, que acaba en el 2023, no se ve por ahora con buenos ojos. Los esfuerzos se centran ahora en una cesión donde, si no se llega a asumir la mitad de la ficha anual, sí al menos una parte importante de ella, al menos unos 100.000 euros. El ariete tiene mercado en Holanda, donde en la última temporada firmó 11 goles en la Eredivisie, y en Bélgica y por ahí van los tiros para su salida, prioritaria, pero de momento lejos de sellarse.

El futbolista, habitual en la selección eslovena en estos momentos y donde ha anotado cinco dianas en los partidos en los que fue convocado en este curso, empezó siendo fijo con Baraja, perdió ese rol ya con el técnico pucelano y no lo recuperó ni con Iván Martínez ni con JIM . En los últimos 8 partidos, ha sido suplente en cuatro, sin jugar, y ha tenido 45 minutos en total en los otros cuatro. Es un ariete de asociación más que de remate y velocidad, pero nada de eso ha demostrado en el Zaragoza.