La realidad financiera del Real Zaragoza se está volviendo a poner de manifiesto en estos primeros días del verano. Una vez más, la Sociedad Anónima necesita dinero para paliar déficits y equilibrar cuentas. Dinero externo, propio o generado a través de traspasos. Es en este último punto donde hay que situar la negociación con el Real Madrid por Alberto Soro, la joya más reciente de la Ciudad Deportiva, a cambio de entre 2,5 y 3 millones.

Pero, ¿por qué Soro y no otro? En un escenario en el que el club ha de acometer ventas de manera obligada, y excluidos de aquí Benito (traspasado solamente por variables futuras) y el resto de jugadores declarados transferibles y sin un excesivo valor monetario (Pombo, Verdasca y Álex Muñoz), los ejecutivos deportivos y el entrenador deben decidir qué vender y qué no vender entre lo que es potencialmente vendible. ¿Qué jugadores de la primera plantilla con contrato en vigor son atractivos para el mercado? En menor medida Delmás, Pep Biel y Nieto, y muy especialmente James, Papu y Soro.

Con buen criterio, la SAD entiende que no es el momento de desprenderse del georgiano. Su precio, que puede llegar a ser muy superior si su rendimiento vuelve a ser sostenido y ronda otra vez aquellos ocho goles, ha decaído sensiblemente esta temporada por los problemas que ha sufrido con las lesiones y su falta de continuidad. De modo que, en realidad, al Zaragoza solo le quedan dos cartas por jugar: James y Soro. El nigeriano ha tenido ofertas superiores al millón de euros, todas desestimadas. Víctor Fernández lo considera pieza esencial, por lo que la ecuación se resuelve sola, más todavía si el club cobrara un traspaso por el ejeano y, además, pudiera seguir disfrutando de él como cedido otro año más. Y si no es así, también.

El proyecto de Víctor es a un año. Ascender o ascender la próxima temporada. No estamos ante una idea de trabajo a medio plazo. Por ello, el entrenador quiere jugadores de categoría, pero también lo más hechos, sólidos y regulares posible. En este escenario, en el que la necesidad económica juega un papel clave, James gana y Soro pierde.