El instituto guipuzcoano de Hondarribia en el que estudiaba el joven que se suicidó el pasado 21 de septiembre ha decidido educar aparte a los ocho adolescentes que presuntamente acosaron a Jokin C., quien terminó por quitarse la vida ante las continuas vejaciones y agresiones que venía sufriendo. Además, estos jóvenes deberán declarar mañana ante la Ertzaintza, después de que la Fiscalía de la Audiencia de Guipúzcoa decidiera incorporar sus testimonios a la investigación iniciada.

La dirección, los profesores y cerca de medio centenar de padres de tercer y cuarto curso de la ESO del Instituto Talaia se reunieron ayer para analizar la situación creada y optaron por ofrecer una "adaptación curricular" a los ocho alumnos, que llevan una semana expulsados de forma cautelar. Uno de los progenitores que asistió a la reunión explicó que todos los padres de los alumnos del centro se encuentran en un estado de choque emocional y señaló que desconocían que se estuviera produciendo una situación de acoso contra Jokin. El claustro de profesores se reunió el viernes, y a pesar de que no hicieron declaraciones, la preocupación y la tristeza fue evidente entre los docentes.

Por su parte, los familiares de los ocho alumnos expulsados sostienen que sus hijos no son los responsables del suicidio de Jokin, y que muchos de ellos eran amigos íntimos y los principales defensores del fallecido. Con todo, denunciaron que en los últimos días están viviendo una situación insoportable, hasta el punto de que apenas pueden salir de casa. Tres de las familias podrían haber decidido que sus hijos no seguirán estudiando en el instituto.

La Fiscalía de la Audiencia de Guipúzcoa instó a la Ertzaintza de Irún a que tome declaración al grupo de compañeros de Jokin que presuntamente capitaneó la campaña de vejaciones y agresiones que padeció el alumno.

EN COMISARIA Los ocho compañeros del fallecido han sido citados a declarar mañana en la comisaría de la Ertzaintza de Irún, precisamente el día en que se esperaba con inquietud su regreso a las aulas después de haber sido expulsados de forma temporal durante una semana. Durante la declaración, los menores estarán acompañados por sus progenitores. En los días siguientes, está previsto que acudan a las dependencias policiales los padres del joven fallecido, además de profesores del instituto.

Entre tanto, la Ertzaintza intenta acceder al ordenador de Jokin y en concreto a su programa de correo por si pudiera haber algún mensaje que arroje luz sobre su muerte.