Londres El último viaje que tenía previsto hacer ayer, a bordo de una barcaza, el avión supersónico Concorde quedó aplazado a causa de los cambios en las mareas del río Támesis. El avión fue embarcado en una gabarra (en la foto) a bordo de la cual debía viajar hasta Escocia a través del Támesis y de la costa Este del Reino Unido. Las mareas aconsejaron retrasar el viaje hasta dentro de una semana.Hace un año, el grupo anglo-francés propietario del Concorde puso fin a sus servicios porque, a pesar de estar considerado el avión de pasajeros más bonito y rápido del mundo, no les resultaba rentable.