La ministra de Fomento, Magdalena Alvarez, lo sacó de los cajones el martes. Pero llevaba un siglo durmiendo en los papeles y entre los sueños de quienes querían unir Santander con el Mediterráneo ya en el siglo XIX. El proyecto del eje no es nuevo. Ahora se ha vestido con el atractivo imán de la alta velocidad. Trenes relámpago de norte a este. Por Teruel y por Zaragoza.

Como recordó Efe , el antiguo ferrocarril empezó a fraguarse a finales del siglo XIX con la intención de unir Santander, Burgos y Madrid con el llamado Ferrocarril del Meridiano, para después avanzar hasta la costa mediterránea.

Este ferrocarril jamás llegó a funcionar tras la paralización definitiva de obras en 1959. Por tres veces (1978, 1980 y 1996) se intentó, sin éxito, resucitar el proyecto, que nació a principios del siglo XX, cuando se construyó e inauguró el pequeño tren entre las localidades cántabras de Astillero y Ontaneda.

Era la puesta en marcha del acuerdo, adoptado en 1902 por las Diputaciones de Santander, Burgos, Soria y Zaragoza, de construir una línea que partiera de Santander, pasara por Burgos y Soria y enlazara en Calatayud (Zaragoza) con la línea del Central de Aragón, hasta Sagunto y Valencia, por Teruel.

Emprendido el diseño original y la realización de sus primeros 35 kilómetros, la línea aparece recogida en el Plan de Ferrocarriles Estratégicos y Secundarios de 1908, obra de los ingenieros Ramón y José de Aguinaga, que finalizaron el proyecto en 1921.

Los 415 kilómetros entre Ontaneda y Calatayud fueron presupuestados, en 1924, en 343 millones de pesetas y adjudicados a la Sociedad Santander Mediterráneo, que empezó las obras en 1925, bajo la dictadura de Primo de Rivera.

Sin embargo, la II República y la Guerra Civil impidieron definir el tramo final entre Cidad (Burgos) y Ontaneda (Cantabria) hasta 1941, cuando, ya con Franco en la jefatura del Estado, se decidió la ruta definitiva. El proyecto se truncó en 1959. Atrás quedaron 650 kilómetros de vías hasta Valencia, sólo pendientes de 63 kilómetros hasta Santander. El nuevo AVE tendría ahora gran parte de su infraestructura prediseñada .