Esta exposición es un resumen honesto, creativo y visceral de un año de trabajo e incertidumbres. Las obras expuestas son pequeñas ventanas al interior del autor, a sus miedos, inseguridades, añoranzas, desencantos...

A través de los personajes crea un relato singular que nos acerca a su modo de mirar. De una forma cruda, casi descarnada, interpela al espectador con dibujos realizados directamente a tinta y sin boceto previo. Así, los errores y las correcciones forman parte del proceso y del resultado final.

Dibuja desde fuera, desde un lugar disidente que bordea lo interior, sin normativa, sin método ni patrón, hasta que poco a poco las obras se van desprendiendo. La soledad, la violencia en la mirada, lo binario, la singularidad, el dolor, la distancia, la identidad... son voces que encontramos bajo sus trazos, como la reconstrucción continua de la línea y la búsqueda de una introspección universal. Intereses que confluyen entre las manchas y las líneas con las que trabaja, sin olvidar ese color negro intenso de la tinta, tan presente, y que es el responsable de profundizar en lo que realmente importa: lo que no se ve.

TRAZOS DISIDENTES nos insta a transitar por imágenes en las que frecuentemente nos reconocemos.