Hay quien decide probar suerte en el amor visitando el plató de First Dates con la esperanza de encontrar a su media naranja. Mientras que otros solteros buscan pasar un rato divertido charlando con la cita que tienen en frente. A veces los encuentros acaban con la promesa de volver a repetirse, mientras que en otras ocasiones no tienen un final feliz.

Esto es lo que les ocurrió a Noelia y Alejandro. Ambos tenían parecidos suficientes para poder comenzar una nueva etapa en sus vidas, aunque las diferencias tuvieron un peso demasiado elevado y fueron cobrando mayor protagonismo a medida que avanzaba el programa.

Tras la acogida de Carlos Sobera, Noelia detectó rápidamente un primer problema en Alejandro: su nombre. "No me trae ningún buen recuerdo, si te soy sincera", explicó la mujer tras recordar que uno de sus ex se llamaba de la misma forma.

Unas aficiones muy distintas

Dejando a un lado la primera incomodidad, los solteros siguieron conociéndose y buscando puntos en común, como su ciudad natal, Madrid. Los gustos musicales no fueron una coincidencia, ni mucho menos. Noelia es una amante del trap y Alejandro del heavy metal. "Tengo que compartir gustos musicales. Si escucho heavy metal, no puedo estar con una chica que escuche reggaeton", afirmó Alejandro.

Noelia durante la cita con Alejandro en First Dates CUATRO

Pero no fue el único tema en el que discreparon. Noelia explicó que era una persona básica y con mentalidad de abuela. Algo que Alejandro etiquetó como "soso". Sin embargo, encontraron coincidencias en su etapa escolar, ya que ambos sufrieron bullying. "Nadie se merece que se metan con tu físico, ni con tu forma de vestir", comentó Noelia con la complacencia de su cita.

La conversación que lo cambió todo

Haber encontrado coincidencias en su pasado y que les hicieron más fuertes podía ser una buena forma de reencaminar la cita. Pero esto no fue posible. Cuando Alejandro comenzó a contar varias anécdotas que le habían ocurrido de fiesta, Noelia le paró con un cortante "tío no me cuentes eso que estoy comiendo".

Sin entrar en demasiados detalles, Alejandro dio a entender perfectamente lo que le sucedió en una de sus noches de juerga: "Iba de blanco y acabé de marrón". Una afirmación que dejó a Noelia patidifusa y que fue la previa de lo que vendría después, ya que ambos decidieron finalmente no volver a encontrarse al estar viviendo situaciones de vida completamente distintas.