First Dates no deja de sorprender. Por San Valentín se estilaron los regalos en el programa, pero hubo uno que dio mucho que hablar y es que uno de los solteros que fueron al programa para encontrar el amor se presentó con un masturbador de penes para su cita. Toda una declaración de intenciones.

Ahora bien, el regalo de Iker tiene una explicación y es que trabaja en una empresa de juguetes sexuales. Lo cual, afirmó, es un problema para encontrar pareja pero no por los juguetes en sí, sino porque viaja mucho.

El masturbador de última generación era para saber si era alguien abierto de mente o no. Al verlo, Carlos Sobera ha tenido la sensación de que podía ser una batidora, pero él le ha explicado que era “un masturbador para personas con pene” e iba a tal velocidad que casi el da una tortícolis al presentador de mirarlo. “Qué velocidad”, ha exclamado Matías al verlo. Iker se ha sentado en la mesa a esperar a su cita, que le gustaría que fuera un chico alto, moreno, con tattoos y si es posible mucho carisma.

Raúl, su cita, es un hombre decidido que se define como “guarromántico”. Al ver el masturbador en la barra ha tenido la sensación de que era una vela, pero al verle en movimiento ha tenido claro de qué se trataba. 

Triunfó el amor

El soltero ha comenzado al cita fijándose en los piercings de su cita y es que estaba deseando contarle que se acababa hacer uno nuevo que escondía debajo de la falda “no es el que os imagináis, ni el otro tampoco, es uno muy chulo”.

Los solteros también han coincidido en el tema cresta, pero algo le decía a Raúl que le iban a dar calabazas. Antes de irse, Matías les ha recordado que se estaban olvidando algo y con el masturbador en los brazos les ha hecho una pregunta “¿Me pega?”. Raúl le ha recordado que a él no le hacía falta y ha recogido su regalo cuál trofeo.

Para su sorpresa, Iker le ha dicho que sí quería pasar el próximo San Valentín a su lado y se han ido directos a conocerse un poquito mejor.