Aunque en First Dates muchas veces aparecen personajes de lo más variopinto, que generan muchos comentarios en redes sociales, muchas veces el programa de Cuatro cumple con su propósito principal y es que triunfe el amor.

La historia de Mar es muy tierna y First Dates consiguió cambiarle la vida. Hay momentos en la vida amorosa de una persona que marcan para siempre, como por ejemplo el primer amor de verano o el primer beso y precisamente este último caso fue el de Mar, que dio el primer beso de su vida a un chico en el programa.

Llegó junto a su madre, que también fue a buscar el amor. Son una familia monoparental, por lo que su relación es muy estrecha. De hecho, el primer filtro para Mar fue precisamente el de su madre, que conoció a Raúl antes que ella. Él se quedó a cuadros, pensando que Inma era su cita.

Él ha respirado tranquilo al saber que Inma no era su cita, pero al conocer a Mar se ha quedado en shock porque le habían dicho que era la hija de Mar, pero no se parecían en nada.

Ya sentados en la mesa y a punto de pedir la cena, Mar la ha contado que obviamente es adoptada y que llegó a Valencia con dos añitos, algo que a Raúl le ha dejado más tranquilo. Han comenzado hablando de sus aficiones y del deporte, y parece que el joven cumple los requisitos que Mar esperaba.

Respecto a las relaciones, Raúl le ha contado que había tenido sus cosillas y se ha sorprendido al saber que Mar nunca había tenido pareja y que no había sido una de sus prioridades ni las de sus amigos. A él no le ha importado, pero no sabe si estarán en momentos diferentes y en ese punto pueden chocar.

Raúl le ha hablado de su trabajo y de su experiencia en el Reino Unido, pero le ha confesado que aunque le encante el sol de Murcia y quiere estar cerca de su familia, también quiere conocer el mundo. Mar también ha estado estudiando fuera de España y ha sentido que tenían experiencias en común.

"¿Era el primer beso que dabas?"

En la intimidad del reservado, Mar y Raúl se han confesado que estaban muy cómodos juntos y él le ha planteado la posibilidad de darse un piquito. Ella ha aceptado, pero lo ha hecho con mucha timidez. Él ha tenido la sensación de que era una chica muy reservada y eso le gustaba, pero ha querido solventar una duda que le ha surgido.

“¿Era el primer beso que dabas?”, le ha preguntado a la joven antes de darle un “sí” a una segunda cita. Ella le ha dicho que había dado algún pico de broma, pero que sí era su primer beso de verdad. Una situación muy tierna, en la que ambos han asegurado que querían seguirse conociendo.