Antes de mantener un coloquio sobre creación literaria en el Auditorio de Alagón, Lorenzo Silva y yo tomamos un café con la bibliotecaria Inma Callén y con el periodista José Luis Ochoa. En la conversación salió el tema de las dos niñas desaparecidas en Canarias, con la más que posible intervención de su padre, cuyo rastro se perdió en una lancha, con ambas hijas a bordo. La UCO, unidad de élite de la Guardia Civil, que Silva conoce bien, pues la ha utilizado en sus documentadas novelas, se ha trasladado a Tenerife para tratar de esclarecer los hechos. Una de las explicaciones más plausibles es que el padre se deshiciera de las niñas en alta mar y se suicidara después, aunque también pudo haber huido en otra embarcación...

El suicidio, que hasta hace poco era un tabú, comienza a ser un tema cada vez más conocido en España, donde viene protagonizando una estadística ciertamente abrumadora. Los últimos datos de que disponemos arrojan una cifra de unos 3.000 suicidios al año. Estamos hablando de nuestra causa de muerte externa más grave, mucho más que los accidentes de tráfico (unos 1.500).

En el norte de Europa, la tasa de suicidios aumenta. En Reino Unido, por ejemplo, hasta 6.000 al año, por 1.800 muertes en carretera. En el mundo, casi un millón de personas se quita anualmente la vida.

¿Por qué?

El psiquiatra y psicoanalista Durkheim consideró que el riesgo de suicidio aumenta a medida que el individuo se desvincula de sus relaciones con la comunidad. El sentimiento colectivo es para Durkheim tan consustancial y vital que el hecho de perderlo nos colocaría en una situación de extrema debilidad; a la más mínima depresión o percance familiar, podrían precipitarse los acontecimientos...

Muchos psiquiatras tratan de distinguir entre la autolesión y el suicidio. La primera es más común entre las mujeres; el segundo, entre los hombres. Otro especialista, Appleby, los relacionó así con su regla del cincuenta: Un 50% de los suicidas tienen un historial de autolesiones; el riesgo de suicidio se multiplica por 50 al año siguiente a la autolesión; una de cada 50 personas vistas en urgencias por autolesión habrá muerto antes de un año…

Un tema grave, de fondo, que golpea una y otra vez, sin que se haga gran cosa por evitarlo.