EL ARTÍCULO DEL DÍA

El clavico del abanico se ha PARtido

Antes de afiliarse al PAR en 2006, Aliaga había dado el salto a la primera línea de la política como independiente

Fernando Carnicero

Fernando Carnicero

El Partido Aragonés Regionalista que fundó Hipólito Gómez de las Roces en 1978, junto a otros aragonesistas ilusionados y convencidos de la necesidad de un partido fuerte arraigado en el territorio, acogió en 1983 a José Ángel Biel Rivera, político procedente de una UCD que se había extinguido y que había conseguido los apoyos necesarios a la LOAPA para que Aragón tramitara su estatuto de autonomía por la vía lenta (art. 143) en vez de por el art. 151 que permitía acercar sus competencias a las comunidades históricas, País Vasco, Cataluña, Galicia y Andalucía que lo votó en referéndum.

Con este bagaje y cambio de partido, José Ángel Biel Rivera se convirtió en el mas aragonesista de los aragoneses y permaneció ininterrumpidamente con el PAR en el poder hasta 2015, facilitando «con el clavico del abanico» (frase acuñada por él mismo) gobiernos del PP o del PSOE en los que ostentó cargos de la máxima responsabilidad. Era tal su confianza en sí mismo y el control que tenía del partido (o su desconfianza en sus cuadros) que se consideró dotado con un presunto don de la ubicuidad y podría conseguir los votos suficientes en 2007 para ser a alcalde de Zaragoza y presidente de Aragón. No lo consiguió y hubiera sido complicado para él si hubiera ganado, no obstante los resultados obtenidos le permitieron continuar por tercera vez con el pacto con el PSOE y seguir siendo vicepresidente del Gobierno de Marcelino Iglesias. Antes ya había estado en los gobiernos de Gómez de las Roces (1987) con el PAR apoyado por AP y en el Gobierno de Emilio Eiroa, número 2 del partido que en 1991 fue presidente tras la renuncia de Gómez de las Roces a gobernar con el PP después de conseguir 17 diputados cada partido que les daban la mayoría absoluta. La carrera política de José Ángel Biel siguió en el Gobierno que presidió Santiago Lanzuela del PP que contó para ello con apoyo del PAR. Un cambio de estrategia en las alianzas del partido, condujo a doce años de acuerdo con el PSOE (1999-2011). Según las crónicas fueron años muy positivos para Aragón y parece ser que ni las costuras del PAR sufrieron ningún descosido, ni que se hablara como ahora de que se estaba traicionando la ideología del partido. Más parecía que el PAR cumplía con su cometido de partido centrado que podía pactar a izquierda y derecha según los intereses de Aragón. No obstante y no se sabe si por estos cambios de criterio, los electores reducían sus apoyos al PAR que perdía influencia.

Durante todo este tiempo y paralelamente a la participación del PAR en los distintos gobiernos, Arturo Aliaga, miembro del Cuerpo de Funcionarios superiores de la Administración de la Comunidad Autónoma de Aragón, participaba en segundos niveles de la Administración autonómica como responsable funcionario desarrollando extraordinarios proyectos independientemente del partido que estuviera gobernando y siempre en áreas relacionadas con la industria, comercio, turismo, la energía o economía y hacienda. Antes de afiliarse al PAR en 2006, ya había dado el salto a la primera línea de la política como independiente. Fue consejero de Industria y Comercio en 2002 formando parte del Gobierno presidido por Iglesias. Permaneció en este puesto hasta 2011 y continuó después como consejero de ese mismo departamento con Luisa Fernanda Rudi del PP al frente del Gobierno de Aragón que había recibido de nuevo el apoyo del Partido Aragonés.

Siempre se destacó de él su capacidad de trabajo, su adaptación a los cargos que le tocaba desempeñar independientemente del gobierno del que formaba parte «ora PP, ora PSOE». Esta trayectoria le llevó en 2015 a asumir la presidencia del PAR sustituyendo al todopoderoso Biel que había dejado el partido en horas bajas. A pesar de que se dice fuera de micrófono que fue este quien allanó el camino para la entrada Aliaga en el Gobierno de Lambán, enseguida empezaron las hostilidades y creció internamente una oposición al nuevo presidente en diversos sectores con manifestaciones públicas del propio Biel y la comentada reacción de los tres presidentes vivos del PAR. Hipólito Gómez de las Roces, José María Mur y el propio Biel pidieron por carta un cambio en la cúpula del partido y en la línea política.

Han sido mucho años de Aliaga en la política activa y en distintos puestos de responsabilidad donde se han tomado decisiones de mucho calado y presupuesto y hasta el día de hoy nada se ha escuchado de que haya intentado aprovecharse del poder en beneficio propio. El PAR vive ahora momentos difíciles y por lo que se está viendo con muchos intereses a su alrededor; da la sensación de que en nombre de Aragón, muchos están jugando sus cartas, en busca de un abrigo al sol en un momento que el partido va cuesta abajo y sin frenos, siendo que en estos momentos como en toda su historia, está jugando el papel que todos dicen defender, un aragonesismo moderado y de centro. Lo que ya no está quedando muy claro es si ese centro se cimenta en «el clavico del abanico» o se mira a una señal que solo gira en una dirección con lo que el eje sobre que gira el abanico se habrá partido.

Hipólito Gómez de las Roces en 1987 fue presidente de Aragón con el apoyo del AP, a quien superaba en escaños y votos. Muchos de los que estos días levantan la voz en el PAR contra Aliaga han tenido máximas responsabilidades de gobierno y de partido a lo largo de estos años y hasta última hora, y según se ve, no han podido detener una sangría de votos que ha dejado al PAR con tan solo 3 diputados de los 19 que obtuvo Gómez de la Roces en 1987.

La enfermedad de Aliaga parece que el fue el detonante que puso en marcha la maquinaria del poder interno del partido para buscar su relevo, pero la resistencia de este ante lo que parecen ser maniobras contrarias a los compromisos adquiridos por el PAR en el cuatripartito han terminado con el PAR en el juzgado. Y aquí empieza la perdida de pie de todos los intervinientes. Parte de los «críticos» que denunciaron el último Congreso que ganó Aliaga, más paristas y aragonesistas que nadie, se dan de baja antes de terminar el proceso judicial que ellos mismos iniciaron y forman un nuevo partido. Los díscolos, fieles de Aliaga hasta hace muy poco tiempo y que parece ser que tomaron con él la decisión de no recurrir la sentencia y esperar su ejecución, se constituyen en parte mayoritaria de la ejecutiva y al margen de Aliaga, Presidente del partido y el resto de la ejecutiva, recurren la sentencia dimanante de la denuncia de los críticos y Xabier de Pedro, uno de los militantes denunciantes del Congreso, pide la ejecución de la sentencia y recurren sobre el recurso de los díscolos a los que no reconoce el derecho a recurrir.

Mientras tanto Aliaga espera a que el juez se decida; un juez que se debe de mover en la desazón y quizás se pregunte si cuando remita las resoluciones de todos los procesos que ha generado este conflicto habrá alguien en la sede del partido para recogerlas. Parece que al PAR se le ha apoderado el miedo a la irrelevancia y todos se han puesto en movimiento en busca de una acomodo que les permita estar cerca del poder, algo que según se está viendo parece ser el objetivo de muchos de sus militantes, porque si se escuchan sus argumentos de moderación, centrismo y aragonesismo es lo que les debía de mantener unidos porque todos estos años han proclamado a los cuatro vientos que lo han practicado, gobernando con izquierda y derecha y también asomados a la foto de Colón que a muchos militantes y votantes agradó y a otros escoció hasta el punto de perder la confianza en un partido que se dice moderado, aragonesista y de centro.

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