La reedición del pacto del agua del 92 ha sido de una profunda decepción

Mariano Mérida

Mariano Mérida

Días pasados ha tenido lugar el pleno de la Comisión del agua del Gobierno de Aragón, para probar un dictamen sobre el estado del agua en la comunidad aragonesa. Ni en el tema de la reservas de agua, ni en el de la depuración, ni en del abastecimiento y menos todavía en el de la calidad del agua se ha hecho una defensa de los valores del agua y de la salud de los aragoneses y aragonesas. La gran mayoría de los partidos representados en la Cortes, obvian estos problemas.

La reservas del agua

En el noventa y dos se estimaban en 6550 hectómetros cúbicos. Los usos actuales son de 4.260 y en este dictamen se planteaba una disminución del 5% en los caudales por efectos del cambio climático lo que dejaba unas reservas de 6222 hm3. 

Nos quedaría una cifra cercana a los dos mil hectómetros cúbicos para atender nuevas necesidades, que en la línea productivista que tiene todo el dictamen, que por el orden citado en el documento serian las de regadío, energéticas, industriales y en último lugar las de abastecimiento.

Para nosotros estas cifras nos parecen infladas y desproporcionadas. En la subcomisión de agua y cambio climático del Congreso de los Diputados, se aprobó por mayoría un informe del Cedex que planteaba que los efectos de reducción de los caudales medios serían del orden del 24% que pudiera llegar al 30 o al 40% en las zonas más sensibles del territorio español.                             

Otro dictamen que sobre cambio climático se aprobó en la Comisión del Agua del Gobierno de Aragón en el 2019, expresa que estas disminuciones de caudales será del 12% en este periodo y del 21% a partir del 2040. Todos estos valores son muy superiores al 5% planteado.

Ya la campaña de riego de este año en Aragón , en el que seguimos con una gran sequía en la margen izquierda del Ebro, se inicia con un control severo en los grandes riesgos para toda la campaña venidera.

En segundo lugar, durante estas décadas se han mejorado la eficiencias en los tipos de riegos con apoyos millonarios de las instituciones y a nos ser que se rieguen nuevas tierras o se establezcan dos o más cosechas al año, tendría que bajar notablemente el agua demandada. 

En tercer lugar, en el Pacto del 92, en el tema de abastecimiento, se proponían consumos de 400 litros por día y habitante y aumentos considerables de población, que no han tenido lugar, lo que hace que la cifra de 200 hectómetros cúbicos para el abastecimiento en Aragón se nos plantea muy elevada.

Solamente en Zaragoza, la mitad de Aragón, se consumen en la actualidad unos 60 hectómetros cúbicos con unas necesidades en el sector industrial mucho más mayores que en el resto del territorio aragonés

Y en cuarto lugar en las obras de noventa y dos se recomendaban la construcción de treinta y un embalses de los cuales veintiuno están prácticamente desechados y ocho ya están en funcionamiento con lo cual la reservas de agua, con estas disminuciones de embalses a construir, tendría que ser notablemente menor. La oposición del PP y Ciudadanos, se echan las manos a la cabeza por este recorte en la oferta de agua y Lambán contesta, que una vez hecho el recrecimiento de Yesa, recuperaran este 5% . Inconcebible por parte de unos y otros. Estos partidos, junto con Vox, siguen anclados en considerar que las aguas no aprovechadas son un despilfarro que se pierde en el mar. Es el discurso de considerar los ríos unas tuberías de agua y que el mar Mediterráneo no necesita de la contribución de nutrientes y de los sedimentos que arrastran los ríos. Los ríos, para ellos, no necesitan diluir contaminantes. Así está de moribundo el Marenostrum. que se encuentra en niveles muy altos de pérdida de calidad ambiental y así está el delta con la desaparición de las playas y cultivos, por falta de sedimentos aportados.                                        

Nuevos regadíos

Para justificar parte de estas demandas, en el plan hidrológico 2022-2027 se plantean más de 38.000 nuevas hectáreas de regadío y que en Aragón fundamentalmente vendrán a engrosar la segunda fase de las Bardenas y la de Monegros 2.

En este último caso, las puestas en regadío de unas tierras especialmente salinas, dará lugar a que miles de toneladas anualmente vayan aumentar la salinidad del eje del Ebro que ya de por sí alcanza niveles altísimos. Ello va a seguir empeorando la calidad del agua en el valle medio del Ebro . El Índice de Explotación del Agua no debiera ser mayor del 20%. Pues bien, el Plan Hidrológico recientemente aprobado que bendice un crecimiento irresponsable del regadío, llega a dejar el índice de explotación en un 41%, para una parte significativa de los sistemas de explotación de la demarcación. En resumen, al Ebro se le saca más agua de la que se debería y se le vierten más contaminantes de los deseables, con lo cual, no hay que ser un sabio para intuir el grave daño que se le está causando.                                                                       

Abastecimiento y chantaje a los zaragozanos

Sobre el tema del abastecimiento a Zaragoza se sigue planteando en el Dictamen que el recrecimiento de Yesa es la única solución. Nada se dice el que durante veintidós años se nos ha hecho creer a los zaragozanos, que la solución era la construcción del embalse de La Loteta Éste, terminado en 2008, continúa después de quince años sin entrar en explotación y ha supuesto un gasto público de más de 100 millones de euros.

Lo hemos explicado en otras ocasiones . Cuando se toman aguas del Canal Imperial en un 50 por ciento y otro tanto de Yesa- y ello sucede durante varios meses del año-, el agua de nuestros grifos en Zaragoza triplica los valores de salinidad, trihalometanos y un aumento considerable de los nitratos. Ello sin contar contaminantes emergentes, disruptores endocrinos y pesticidas. Se acaban de hacer públicos en este mismo Periódico de Aragón, trabajos del Instituto de Salud Global de Barcelona, relacionando el cáncer de próstata con el nitrato ingerido durante la vida adulta a través del agua de grifo.

Y el estudio añadía que si la ingesta es mayor de catorce miligramos de media al día se multiplica por 1,6 la probabilidad de padecer un cáncer de próstata y multiplicaba por 3 la probabilidad de un tumor de próstata agresivo.

También estaba relacionado este cáncer de próstata con la cantidad de trihalometanos ingeridos

Pero esta renovación de los Pactos del agua sigue sin dar  una solución, ya que el recrecimiento de Yesa está muy contestado y nada se dice en el dictamen de los problemas de seguridad del deslizamiento de sus laderas con una urbanización demolida, con la necesidad de un desplazamiento de los aliviaderos de la presa que supondrá un aumento considerable de los presupuestos y el gran muro lamentable de Sigües construido a escasos metros de las viviendas. Por no citar la inseguridad de poblaciones como Sanguesa aguas abajo del embalses y los pueblos que se tuvieron que abandonar en la Garcipollera y los cercanos al pantano.

No vemos problema el conseguir los sesenta hectómetros cúbicos que que se necesitan al año en Zaragoza para beber íntegramente de la cabecera del Aragón. 480 hm3 necesitan los riegos de Bardenas y hasta ahora no han faltado.

Ni siquiera para que la mayoría de las poblaciones de la comarca de las Cinco Villas, beban desde hace años el cien por cien de las aguas del Pirineo. Los zaragozanos no nos merecemos estos chantajes de necesitar el recrecimiento y mientras tanto, que sigamos bebiendo agua de mucha peor calidad. Y no se es consciente de que bebemos agua contenida en ríos.

Calidad del agua

Ya el informe sobre cambio climático apuntaba la menos dilución de vertidos, aumento de salinidad de los cauces, reducción de capacidad de refrigeración y aumento de macrofitos.

Pero no solo tenemos problemas en la calidad del abastecimiento en la ciudad de Zaragoza. Desde el aumento de la ganadería porcina que en 10 años ha duplicado el número de plazas de cría y engorde, nos ha llevado a un aumento exponencial de las zonas vulnerables de forma que la mitad del territorio aragonés se encuentra afectado por esta normativa. Es el mayor problema ambiental con que nos encontramos en Aragón. Cada día en el BOA salen aprobadas 4 nuevas macrogranjas de promedio.

La contaminación difusa que acarrea en las aguas subterráneas, lleva a que sea muy difícil la vuelta a la situación inicial . Por poner un ejemplo, la contaminación por nitratos que se dio ya en las zonas de Gallocanta en la década de los 90, sigue después de 30 años y hace que sus poblaciones próximas no puedan beber agua potable. Podríamos citar también la gravedad de la problemática de la Hoya de Huesca.

De nada esto se habla en esta actualización del Pacto del agua. Todos los grandes problemas se siguen sin citar, como si estos no existiesen.

Tenemos el ejemplo del lindano que en estos días pasados han sido motivo de un congreso. Conocemos desde hace tiempo que la limpieza de la contaminación que se provocó sobre las aguas del Gállego, nos van a suponer 500 millones de euros de dinero público. Diferente ha sido la forma de resolver el tema en Alemania, que también tuvieron un gran foco de contaminación del lindano y allí la empresa privada , responsables de esa contaminación, ha pagado o está pagando los efectos que supuso el deterioro de las aguas y del territorio. Pero en España y en Aragón somos diferentes en la forma de entender la colaboración público privada. Cuando hay costes económicos, se paga entre todos haciendo que las cargas se socialicen por parte de los entes públicos.

Con el tema del porcino está pasando igual. Estamos creando un problema de la misma envergadura que el lindano extendido a una gran parte del territorio aragonés. Grandes beneficios para las grandes corporaciones que explotan los mataderos y la producción de piensos en Aragón y que le suponen rentas de 200.000 euros diarios a cada uno de ellos. pero los efectos ambientales y económicos de la contaminación en ríos y el territorio los soportan los habitantes de la comunidad autónoma. Expertos comentan que los purines es un fertilizante pero también es un contaminante. Eliminar esta parte contaminante cuesta dinero al ganadero, que lo tiene que asumir en sus costes.

Depuración

Después de 14 años se ha iniciado la depuración del Pirineo con presupuestos de los aragoneses, porque los 143 millones aportados por el Ministerio para este fin se destinaron en épocas de Alfredo Boné a otras partidas. Ahora el Ministerio nos obliga a cumplir con las obras de interés general, como son las depuradoras del Pirineo.

Y sigue sin resolverse que hacer con la depuración en Zaragoza. Cómo sustituimos la depuradora vieja, obsoleta y mal gestionada de La Cartuja que no está preparada para ciertos vertidos industriales y para el hecho de que 150.000 zaragozanos de la margen izquierda arrojen sus heces fecales durante ciertos días al año al río Ebro, según apercibe la CHE al Ayuntamiento de Zaragoza. La consejera de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zaragoza se lamenta de no tener partidas económicas del calibre de construcción de esta depuradora. El problema parte de la perdida de autonomía en los impuestos de depuración- de las pocas que se tienen- y ahora tenemos que limosnear que la DGA nos ayude económicamente. Es algo que la RAPA y la Cámara de Cuentas ya adelantaron que pasaría. Pero la consejera tampoco busca el apoyo de los colectivos que estamos representados en la comisión del agua del Ayuntamiento de Zaragoza que en cuatro años no la ha convocado.

El Dictamen comenta "El muy exigente nivel de nitratos en aguas superficiales y subterráneas". Nosotros destacaríamos que es una exigencia muy necesaria. Y a pesar de ello, como señala la brasileña Valéria Pereira: “Coméis los agrotóxicos que habéis prohibido en Europa, a través de la soja importada”¿ Quien controla la fabricación de los piensos? Un buen ejemplo de la llamada economía circular con contaminación añadida.

Este dictamen no responde a unas demandas reales de agua. No resuelve los problemas de abastecimiento y depuración . Ni los de calidad de agua que afecta a la salud humana que está aquejada de gran número de canceres, enfermedades renales y enfermedades raras.

Por ello, ANSAR votó en contra del dictamen.