SEMANA SANTA DE ZARAGOZA

Miércoles de Encuentros

Encuentro entre La Dolorosa y El Calvario.

Encuentro entre La Dolorosa y El Calvario. / JORGE SESÉ

Fernando Forniés

Fernando Forniés

Hoy es un día de encuentros. De aquellos que dejan nuestra ciudad para encontrarse con unos merecidos días de descanso. De esos que se marchan o regresan para encontrarse con sus familiares. También de quienes vienen a Zaragoza para encontrarse con una Semana Santa distinta, probablemente, a la de sus lugares de origen. Incluso de zaragozanos que se encontrarán, por primera vez, con su Semana Santa.

Es el día en el que los Hermanos de la Cofradía de las Siete Palabras se habrán encontrado de nuevo con su Cristo de la Séptima Palaba en la Basílica del Pilar para trasladarlo hasta la iglesia de Santa Isabel, en un breve recorrido que permitirá a quienes se acerquen a acompañarlos admirar esta espectacular talla de Miñarro. Corto trayecto que contrasta con el que recorrerá Jesús de la Soledad, que acudirá desde el barrio de Miralbueno hasta la plaza del Justicia, en el que es el recorrido más largo de nuestra Semana Santa.

Pero es también una noche para el encuentro de una Madre y su amargura, de una Madre Dolorosa con el Hijo que va camino del Calvario con la Cruz a cuestas, un encuentro que contará con miles de testigos en la plaza del Pilar, y que tendrá lugar justo después de que esa misma Madre Dolorosa se haya encontrado a los pies de La Seo con su Hijo, al que los hombres han dejado hecho un Eccehomo.

Ecce Homo que poco antes se habrá reencontrado con el Ebro mientras cruza el Puente de Piedra para ir a ver a su Madre, y que algo más tarde pasará por el Arco del Deán para ofrecernos una imagen espectacular.

Por cierto, también es noche de celebrar el encuentro que tuvieron hace 50 años las cofradías del Ecce Homo y de la Llegada de Jesús al Calvario con las mujeres, cuando éstas se incorporaron a sus filas como cofrades por primera vez.

Y con tanto encuentro de unos con otros, permítanme que les sugiera que se tomen también un momento mientras ven pasar las distintas procesiones para reflexionar y encontrarse con ustedes mismos. Seguro que no se arrepienten.