Las imágenes de la Semana Santa de Zaragoza

Verdadero sentido de la procesión, todo lo demás es un mero acompañamiento de las mismas. Veremos Pasos que representan momentos de la pasión, así como imágenes de Vírgenes y Cristos.

Nuestra ciudad es una ocasión para ver los diferentes modelos de vírgenes que hay en la geografía nacional. De estética castellana como la de la Humillación, con origen en la tradición de vestirlas como una dama castellana de luto del siglo XVI, portando un corazón con siete puñales, representando los Siete Dolores y con diadema. La Virgen de las Esclavas o la de la Dolorosa también se acercan a esta estética. En contraposición a este estilo veremos la estética de las vírgenes sevillanas, con ropas ya no solo negras, con mayor decoración en mantos y complementos, como son los puñales y las coronas, frente a las más sencillas diademas de las Dolorosas castellanas. Con esta estética podemos ver a Vírgenes como la de la Humildad o la de la Fraternidad de la Columna, así como la Virgen de las Lágrimas del Descendimiento. Común a todas ellas es que se portan bajo palio. Una Virgen diferente es la del Silencio, con su manto blanco, un color no muy habitual en Semana Santa, por eso se la conoce como la Virgen Blanca, pero incluso podemos ver una virgen de inspiración murciana como es la Piedad, cuyo escultor se inspiró en una existente en la esa región.

Los pasos que representan algunos de los momentos de la pasión, normalmente con varias imágenes, predominan los que encargó la Sangre de Cristo a lo largo del siglo XIX de autores diferentes y que se completan con algunos de más reciente creación. Serían los llamados pasos titulares de la Cofradías, ya que son aquellos que representan el momento elegido por la Cofradía para su advocación.

En los Cristos también hay una rica variedad, a destacar imágenes como la del Cristo de la Agonía del Silencio, el Cristo de la Cama o el reciente Cristo de la Séptima Palabra. Sin olvidar el Ecce Homo, posiblemente el paso de mayor valor artístico de nuestra Semana Santa.

Tampoco hay uniformidad en la forma de llevar los pasos, donde también somos una rica muestra del panorama nacional. Antiguamente la procesión del Santo Entierro transcurría con los pasos llevados a hombros por los “terceroles” contratados por la Hermandad para portar los pasos con varales, se conocía como “cargar madera”. Desde finales del siglo XIX, diferentes reformas en la procesión y dificultades por la largura de algunos pasos fueron obligando a la Hermandad a ir poniendo ruedas en los pasos, con la creación de la Cofradías a partir de la Guerra Civil se generalizó el uso de estas.

Casi en el siglo XXI, dos cofradías adoptaron el estilo sevillano de llevar los pasos a costal, tradición que vemos en las procesiones de la Humildad y Eucaristía.

Hay estilos castellanos como la Cruz desnuda de la Exaltación, guías de dirección de inspiración castellana como las del Resucitado o la Verónica, o formas más llamativas como el Paso de la Quinta Palabra que es empujado por cofrades ocultos dentro del paso.