Opinión | COSAS QUE PASAN

¿Dónde está Kamala Harris?

Ayer, 8 de marzo, se celebró en todo el mundo el Día Internacional de la Mujer, y de pronto me he acordado de que al menos en España ni los medios de comunicación ni las agencias internacionales nos traen noticias de una mujer poderosa que, al menos en esta parte del Océano, parece silenciada. Me refiero a Kamala Harris. La 49 vicepresidenta de Estados Unidos desde el 20 de enero de 2021 bajo la presidencia de Joe Biden. Ella es la primera mujer en ocupar el cargo de vicepresidenta del país más poderoso del mundo, con permiso de China. Kamala Harris, abogada y licenciada en Ciencias Políticas y Economía todavía no ha cumplido los 60 años, es de ascendencia afrocaribeña; y en una entrevista de 2019 dijo: «Soy negra y estoy orgullosa de ello».

Recuerdo que en 2021 cuando Joe Biden, del partido Demócrata, ganó las elecciones y quitó de en medio al impresentable de Donald Trump el mundo respiró aliviado. Y los espectadores nos fijamos en una atractiva mujer que le acompañaba como vicepresidente y la funcionaria elegida de más alto rango en la historia de los Estados Unidos. De verbo fácil y fluido nos dimos cuenta de que eclipsaba al nuevo presidente. Tanto es así que al paso de los días quedó arrinconada en las declaraciones a la prensa más importantes. Resultaba evidente que el nombramiento de Harris estuvo acertado, pero también que el aparato del partido le reservaba un papel secundario alejado de los focos.

Mientras cae la popularidad de Biden, y la prensa ridiculiza sus meteduras de pata, los traspiés, o la falta de fuerza en los discursos –con crueldad oportunista, recordando al mundo que el presidente tiene 81 años–, el lunes pasado, 5 de marzo, Kamala aparece en todos los medios porque la vicepresidenta se ha reunido con Benny Gantz, el rival político de Netanyahu para transmitirle la «profunda preocupación de su Gobierno por la situación humanitaria en Gaza»; es decir: critica, sin el ropaje diplomático, el genocidio de Israel contra el pueblo palestino. Y es portada en los medios con su «llamamiento de un alto el fuego inmediato en Gaza». Por supuesto, hay un apartado de apoyo para Israel, aunque también dice que hay que garantizar el derecho del pueblo palestino a su dignidad. Parece que a Kamala Harris le han dejado reaparecer cuando su presidente está en sus horas más bajas y paga su precio por haberse declarado a sí mismo como sionista mostrando su apoyo inoportuno a Israel, su aliado de siempre. Difícil será borrar de nuestra memoria la imagen de Joe Biden hablando sobre el alto el fuego en Gaza mientras se come un helado ante las cámaras en el centro de Nueva York. ¿Quiénes son los asesores del hombre más poderoso del mundo? Solo basta recordar que en octubre Hamás atacó territorio israelí causando 1.200 muertos, e Israel respondió con la invasión de Gaza, que por ahora ha causado la muerte de 30.000 personas, en su mayoría niños y mujeres.

A Biden no le queda otra que ir de la mano de Kamala si no quiere perder las elecciones y dejar ganar a Donald Trump con sus locuras de nuevo.

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