Algo más de dos meses tardó JIM en concederle la titularidad, pero desde que lo hizo ya no ha vuelto a salir del once. Alberto Zapater lo ha vuelto a hacer. El capitán del Real Zaragoza se ha convertido en indiscutible para el técnico alicantino, que ya no concibe el equipo sin el ejeano al mando. De hecho, Zapater es, junto a Narváez, el único jugador de campo que ha formado de inicio en los doce últimos partidos. Ellos dos y Cristian Álvarez, que acumula 13 titularidades consecutivas, son, ahora mismo, las piezas básicas y la columna vertebral que sustenta a un Zaragoza que sigue remando.

Pocos daban un solo euro por él, pero Zapater ha vuelto a ganar. Hasta que formó en la foto en Oviedo, el aragonés había sido titular en solo cuatro partidos. Desde entonces, ha repetido presencia frente a Tenerife, Rayo, Mirandés, Logroñés, Cartagena, Fuenlabrada, Almería, Girona, Sporting, Lugo y Espanyol.

El centrocampista afronta el tramo final del campeonato instalado en esa titularidad de la que se ha apoderado. «Afronto cada año pensando en el día a día. De la rodilla ni me acuerdo, la espalda me dio un poco la lata hace poco y el abductor la semana pasada pero ahora nada. Está claro que el futbolista necesita jugar y yo sabía lo que necesitaba, pero lo importante es el equipo y que el que salga ayude. Ahora me toca aportar y tengo la ilusión de seguir haciéndolo. Solo pienso en Las Palmas», expone con rotundidad, relegando su satisfacción personal ante la preocupación colectiva en torno a una permanencia cada vez más cerca pero aún demasiado lejos. «Después de estar todo el año sin jugar ahora lo estoy jugando todo, pero solo quiero ayudar», insiste.

Ningún otro integrante de ese centro del campo en el que nunca aparecía Zapater parece convencer ahora a JIM tanto como el ejeano, el gran especialista a balón parado de la plantilla, una herramienta que el técnico alicantino trata de explotar al máximo ante la acuciante ineficacia ofensiva del Zaragoza en el ataque estático. El canterano, que aún no ha sido capaz de inaugurar su cuenta anotadora, sí ha ejercido de asistente a sus compañeros. De hecho, solo Bermejo (4) supera los tres pases de gol del capitán, que asistió a Azón en Cartagena, a Adrián en el primer tanto al Almería y a Narváez en Logroño. Es decir, siempre que Zapater da una asistencia, el Zaragoza no pierde. Asimismo, de sus botas salieron otros dos centros a balón parado que acabaron en gol en propia puerta (el de Bolaño en La Romareda ante el Oviedo y el marcado por el rayista Álvaro en Vallecas al empujar hacia su portería un pase de Zapater a Nieto en un contragolpe).

Más que balón parado

Pero la aportación del ejeano va más allá de la estrategia y de su capacidad para encontrar al compañero mejor situado. El capitán se ha convertido en fijo por un despliegue físico indispensable para el estilo pretendido por JIM y en el que la solidaridad, el esfuerzo, las ayudas y el trabajo son innegociables. Nadie más ha resistido tanto tiempo en una medular de la que han salido elementos básicos hasta hace poco como Eguaras o Francho y que ha contado con la esporádica ayuda de James o Sanabria. Pero Zapater siempre está. Y todo apunta a que seguirá estando y que JIM continuará apelando a su experiencia y liderazgo para salir de esta.

En total, el capitán ha participado en 27 encuentros esta temporada, incluidos los dos de la Copa del Rey, lo que supone una presencia mayor que la que tuvo en la campaña 2018-19. En Liga, ha jugado en 25 partidos (16 de ellos como titular) y ha disputado 1.242 minutos. Zapater, que el próximo mes cumplirá 36 años, se ha convertido en pieza clave y en factor esencial para un Zaragoza en el que cumple su quinta campaña consecutiva y la décima en total. Tiene contrato, pero exige aplazar cualquier cuestión sobre su futuro hasta que la salvación sea matemática. Mientras tanto, el capitán seguirá al mando de un barco al que no piensa dejar naufragar. «Solo quiero ayudar», reitera.