Manu Molina ya es jugador del Real Zaragoza. Este lunes llegó a la capital aragonesa y pocas horas después ha estampado su firma. Tras pasar el preceptivo reconocimiento médico, el centrocampista onubense se ha comprometido por dos temporadas. Se trata del cuarto refuerzo tras Giuliano Simoene, Mollejo y el meta Rebollo. Llega con la carta de libertad tras acabar su contrato en el Ibiza el 30 de junio y no renovar. Molina comenzará a trabajar con sus nuevos compañeros este miércoles en al capital aragonesa, después de que la ausencia de Juan Carlos Carcedo por un problema cardiaco haya provocado la suspensión de las concentración de Boltaña.
Manu Molina ha sido una opción desde la llegada al banquillo de Carcedo, en un interés contado por este diario el pasado 22 de unio, pero el club trabajó también la vía del colombiano Daniel Ruiz, de Millonarios de Bogotá, una cesión descartada finalmente por el club de Colombia del que es máximo accionista Gustavo Serpa, consejero del Zaragoza.
Manu Molina es una petición expresa de Carcedo, con el que coincidió y fue fijo en el Ibiza, tanto en el año del ascenso a Segunda como en las 21 jornadas en la categoría de plata del técnico riojano, y ha descartado ofertas de Oviedo, Huesca, Leganés o Andorra, esperando la opción del Zaragoza que se planteó de manera formal hace unos diez días. Llega para dar más capacidad de creación, de juego y de último pase en la medular, aunque también es un jugador con despliegue en el medio.
Manu Molina se formó en la cantera del Recreativo de Huelva, pero en edad cadete fue fichado por el Espanyol. Ahí su progresión fue magnífica y, en 2010, no solo hizo la pretemporada con el primer equipo sino que Mauricio Pochettino le hizo debutar en Primera División. Jugó siete partidos en la máxima categoría y el siguiente verano llegó a Aragón, a las filas del Huesca, como cedido.
En Segunda acabó haciéndose un hueco y disputando 23 partidos de Liga. Sin embargo, tuvo que volver a dar un paso atrás y jugar en Segunda B con el filial del Valencia los dos siguientes cursos, hasta que regresó al Recreativo de Huelva para jugar en Segunda y, de nuevo, en Segunda B tras el descenso del decano. Molina pasó después incluso por la Tercera División en las filas del filial del Deportivo. Lleida, Salamanca y Balompédica Linense fueron sus siguientes clubs en Segunda B hasta recalar en el Ibiza en 2020, junto a Carcedo, para ascender al equipo a Segunda y hacerse un fijo esta temporada.
