La opinión de Sergio Pérez

Sanllehí-Cordero-Escribá, el tridente del Real Zaragoza

Juan Carlos Cordero, en su despedida del Tenerife.

Juan Carlos Cordero, en su despedida del Tenerife. / ANDRÉS GUTIÉRREZ / EL DÍA DE TENERIFE

Sergio Pérez

Sergio Pérez

La planificación deportiva del pasado verano se manifestó errónea muy pronto. A principios de noviembre, el Real Zaragoza ya había hecho tabla rasa y había despedido a Miguel Torrecilla, director deportivo sorprendentemente renovado por una temporada, y a Juan Carlos Carcedo, el primer entrenador de la nueva propiedad y al que la situación le superó profesionalmente y los resultados condenaron.

Afronta ahora el club una segunda oportunidad, toda vez que la estructura deportiva de mando de la Sociedad Anónima ya está completamente reconstruida tras la oficialización del fichaje de Juan Carlos Cordero hasta 2025 y la contratación previa de Fran Escribá para el banquillo. Raúl Sanllehí, el hombre con mando absoluto en plaza, fue quien configuró la sociedad Torrecilla-Carcedo en verano y, por lo tanto, quien falló. Ha sido también quien ha elegido ahora la nueva dupla. Suya será otra vez la responsabilidad en cualquiera de los supuestos, en lo bueno o en lo malo.

Consciente de que el rumbo era equivocado, el director general cortó por lo sano rápidamente y se puso manos a la obra en la reconstrucción con la temporada en marcha. Apostó primero por Escribá, un técnico de Primera que bajaba a entrenar a Segunda, un hombre tranquilo, con un ascenso en su currículum y un perfil realmente interesante, también en lo personal. Ahora ha entregado a Cordero el proyecto deportivo del Real Zaragoza para finiquitar este mercado de enero y para los posteriores, seguramente los más importantes. Se trata de un ejecutivo de éxito: subió de Segunda B a Primera con el Granada, de Segunda B a Segunda con el Cádiz y de Preferente a Segunda con el Ciudad de Murcia.

En la capital aragonesa afrontará su desafío más difícil. El equipo lleva diez temporadas seguidas en la categoría de plata y ha ido aniquilando, uno tras otro, a directores deportivos y entrenadores de todo tipo y condición. Su principal misión será instaurar un modelo de trabajo moderno, adaptado a estos tiempos y con un control del mercado exhaustivo pero, sobre todas las cosas, deberá mejorar la plantilla de manera significativa fichando con acierto a futbolistas de mayor nivel que permitan también soñar con empresas mayores.

Llega al Real Zaragoza en un momento estupendo. El club es ahora mismo un magnífico lugar para trabajar, una plaza atractiva y muy sugerente y con un recorrido deportivo, económico y social extraordinario bajo el mando de Jorge Mas y sus socios. El tridente Sanllehí-Cordero-Escribá será el que determinará cómo será el futuro. Experiencia y reputación en todas las áreas. No parece que el Real Zaragoza esté en malas manos.

Suscríbete para seguir leyendo