La opinión de Sergio Pérez

Edgar Badía, el fichaje del año de Juan Carlos Cordero

Edgar Badía ha sido el mejor fichaje de Juan Carlos Cordero este año por el impacto tan importante que ha tenido en la trayectoria del equipo. El Real Zaragoza llegó al parón de Navidad con una evidente preocupación: estaba jugando sin un portero acorde a sus aspiraciones. El Elche puso a Edgar en el mercado. Gracias a una operación muy bien gestionada y totalmente acertada, la SAD está disfrutando de un caramelo riquísimo en el mercado de los caramelos envenenados.

Edgar Badía, en un entrenamiento con el Real Zaragoza.

Edgar Badía, en un entrenamiento con el Real Zaragoza. / ANDREEA VORNICU

Sergio Pérez

Sergio Pérez

Cuando Juan Carlos Cordero se sentó en la sala de prensa de La Romareda para valorar el mercado de enero después de las presentaciones de Raúl Guti y Zedadka, había en su gesto una clara muestra de cansancio después de un mes de alta tensión y también una ligera muesca de insatisfacción que luego verbalizó. Al Real Zaragoza le había faltado contratar un atacante para cerrar un mercado de enero más redondo, con piezas y refuerzos en todas las líneas del juego. Luego, el mal fario se cruzó con Guti y con el propio equipo con una desgraciada lesión.

Para aclarar las razones por las que la SAD no había podido firmar a ese jugador teniendo margen salarial disponible, Cordero se refirió a las estrecheces del mercado, a los altos precios y a la competencia de rivales mejor clasificados. Sin nombrar a nadie lo explicó todo. Fue entonces cuando el director deportivo usó una de las frases del día para justificar esa decisión: “A veces, los mercados de invierno son caramelos envenenados”.

En el actual, el Real Zaragoza firmó a Guti, al que la mala suerte ha apartado del camino pero a cuya contratación nadie puede poner la más mínima objeción, a Zedadka, que ya ha debutado dejando entrever cosas interesantes y a Edgar Badía, el primero de la lista y que afortunadamente apareció en la ciudad hace un mes y se hizo con la titularidad a las primeras de cambio.

Desde que llegó, Edgar ha encajado un gol en cuatro jornadas, el que le hizo Soberón en Elda. Ni el Andorra ni el Alcorcón ni el Sporting consiguieron marcarle. Un extraordinario promedio de 0,25 goles por partido en el que ha tenido una incidencia magnífica con intervenciones que han salvado puntos, la última la parada al disparo de Cote que acabó estrellándose en el travesaño después de que el portero rozara el balón con sus dedos en un vuelo felino. El encuentro iba 1-0 y el equipo estaba todavía bajo la influencia del shock de la lesión de Guti, el peor momento de un partido con muchos momentos buenos.

Edgar Badía ha sido el mejor fichaje de Juan Carlos Cordero este año por el impacto tan importante que ha tenido en la trayectoria del equipo. Ha habido otros que están funcionando a gran nivel, especialmente Maikel Mesa (ya suma ocho goles, su tope en el fútbol profesional), Mouriño, un central de categoría superior, o Mollejo, por su polivalencia y la cantidad de intangibles que aporta al colectivo, además de sus buenos goles (cuatro).

Sin embargo, la huella de Edgar es superior a todas y su titularidad es incuestionable. El Real Zaragoza llegó al parón de Navidad con una preocupación evidente. Estaba jugando sin un portero acorde a sus aspiraciones. Su llegada ha terminado de encajar un puzzle que estaba cogiendo forma con la línea de tres centrales, uno de los grandes aciertos tácticos de Julio Velázquez, con Mouriño y Francés como estandartes de máximo nivel y más redonda desde que Lluís López ocupa el centro. El Elche puso a Edgar en el mercado. Gracias a una operación muy bien gestionada y totalmente acertada, la SAD está disfrutando de un caramelo riquísimo en el mercado de los caramelos envenenados.