La actualidad del Real Zaragoza

Gorka Buil y Borniquel, peligro real de fuga en el Real Zaragoza

Los dos infantiles con más proyección en la cantera pueden salir este verano. El Barcelona los quiere fichar, pero no es el único club interesado, sobre todo en el caso de Buil, seguido por muchos equipos españoles y también del extranjero y ya internacional sub-14

Tienen contrato en el Zaragoza, con una asignación mensual y un blindaje que algunas fuentes sitúan en un millón de euros, aunque ese vínculo se puede 'tumbar' en un juicio, al ser menores de 16 años. El club, de momento, remite a su cláusula

Gorka Buil celebra uno de los tres goles que marcó en los dos amistosos ante Turquía con España.

Gorka Buil celebra uno de los tres goles que marcó en los dos amistosos ante Turquía con España. / RFEF

La historia, no por repetida y tratada de evitar en el Real Zaragoza, se mantiene año tras año y ahora mismo, dos de las joyas de la cantera zaragocista, Gorka Buil y Samu Borniquel, ambos en edad infantil, pero jugando en categoría superior, pueden salir en este verano. En ambos casos el club los tiene blindados con un contrato con una asignación mensual y una cláusula de rescisión, pero ese blindaje no es suficiente porque además su validez en caso de ir a juicio no es absoluta. Como contó este diario en noviembre con Buil, el Barcelona quiere fichar a ambos y ya ha mantenido múltiples contactos con el entorno de los dos futbolistas, aunque no es el único club que los quiere, sobre todo en el caso de Gorka, el futbolista probablemente de mayor proyección de la cantera zaragocista y ya internacional sub-14 en la recién estrenada selección en dos amistosos ante Turquía en los que anotó tres goles.

Gorka Buil, de la generación del 2010 y que en marzo cumplió 14 años, llegó a la Ciudad Deportiva procedente del Amistad y, hace más de dos años, cuando estaba en edad alevín, firmó un contrato por el que tiene una asignación mensual que supera los 1.000 euros y con una cláusula de rescisión que algunas fuentes cifran en un millón, lógicamente una cantidad disuasoria para cualquier club, aunque ese contrato en un futbolista menor de 16 años es tumbable en una batalla judicial y eso aboca al Real Zaragoza a entablar una negociación, aunque de momento el club aragonés remite a la cláusula del futbolista, que está en el último año de infantiles y juega en el Cadete A. Es decir, dos categorías por encima.

Gorka Buil, con el Zaragoza en cadetes.

Gorka Buil, con el Zaragoza en cadetes. / SERVICIO ESPECIAL

El interés del Barcelona, cuya capacidad económica se ha visto reducida en todos los estamentos del club, también en las inversiones en la cantera, viene de lejos y ya el pasado verano intentó su fichaje. También lo buscó el Real Madrid para irse en alevines y mantiene ese interés, aunque lo cierto es que las grandes canteras españolas (Atlético, Betis, Valencia, Sevilla, Villarreal...) lo tienen subrayado en rojo, no hay más que ver la de ojeadores que en el Pedro Sancho siguieron en noviembre sus partidos en la clasificación para la Fase Oro de la selección aragonesa, que logró el pase y cayó en semifinales ante Valencia en abril.

Hasta ahora, la determinación de los padres del jugador era firme en no salir, aunque eso en los últimos tiempos habría empezado a cambiar, por lo que su futuro puede no estar en el Real Zaragoza. A Buil también lo siguen clubs extranjeros, pero en este caso no pueden ficharlo, como en su día pasó con el cadete Mateo Mejía por el Manchester United, hasta que tenga 16 años, si bien pueden utilizar un equipo puente. Por Mejía, ahora en el Sevilla Atlético, la cantidad estuvo en unos 200.000 euros. Buil es un '10' en toda la extensión de la palabra, un mediapunta zurdo que puede jugar en banda, de hecho actúa muchas veces en la derecha a pierna cambiada, o más centrado, con llegada y último pase y que además está ya muy hecho físicamente para su edad y tiene carácter y espíritu de liderazgo.

El recuerdo de Álvaro Sanz

Así, la negociación es la que dictaminará esa salida y, por ejemplo, Álvaro Sanz, ahora en el Mirandés, se fue tras acabar su etapa en infantiles al Barcelona en 2014 con un contrato por objetivos que podía llegar hasta dos millones en el mejor de los casos, con paquetes de 10 partidos en el primer equipo, con al menos 45 minutos, que suponían en torno a 250.000 euros, además de cantidades por jugar en el Juvenil y en el filial que sí el Zaragoza percibió, no así las del Barcelona, porque solo jugó cuatro partidos, ninguno de titular, antes de marcharse. Así, un pacto de ese estilo podría ser la salida para Buil.

Samu Borniquel, en un partido con el Zaragoza Cadete B

Samu Borniquel, en un partido con el Zaragoza Cadete B / SERVICIO ESPECIAL

También en el caso de Samu Borniquel puede ser ese tipo de acuerdo entre clubs la vía de salida. Comparte con Buil agencia de representación (Bahía Internacional) y también es pretendido por el Barcelona. En edad infantil también y llegado al Zaragoza desde el Stadium Casablanca, Borniquel es un centrocampista diestro que abarca campo, un box to box, con despliegue y llegada, con mucha capacidad física y talento, que juega en el Cadete B, una categoría por encima de su edad, además de en la selección aragonesa sub-14. Tanto Gorka como Samu ya han visitado La Masia en Barcelona, si bien eso es práctica habitual en los clubs que quieren incorporar a un canterano, por lo que a buen seguro habrán estado en otras instalaciones de equipos españoles.

En los últimos 15 años numerosos canteranos han abandonado la Ciudad Deportiva antes de llegar al primer equipo en una lista muy extensa iniciada por Manu Morlanes (Villarreal) o Héctor Otín (Juventus), aunque antes se marchó Sergio Buenacasa al Barcelona a los que después se añadirían otros. Por citar solo algunos ejemplos: Álex Millán (Villarreal), Antonio Sola, Álvaro Sanz, Jorge Alastuey, Sidney So o Juan Hernández (Barcelona), Paolo Fernandes (Manchester City), Rafa Tresaco (Racing), Darío Ramos, Marc Cucalón o Iker Gil (Real Madrid), Hugo Buyla (Alavés) Mateo Mejía (Manchester United)…  El caso más reciente fue el del juvenil Jano Monserrate en enero, que se marchó con un acuerdo de traspaso al Atlético de Madrid y que ya supuso un ingreso fijo, que rondaría los 400.000 euros, y que puede llegar a un montante global de 1,2 millones si pasa al filial (300.000) y juega hasta 20 partidos (en dos paquetes de 10 encuentros, cada uno de 250.000) como titular o 45 minutos en el primer equipo colchonero. Un traspaso global en el montante y en las últimas cifras similar al de Juan Hernández, ahora en el Juvenil A del Barcelona, cuando se marchó en 2019, aunque lo hizo con una edad inferior a la de Jano.

El blindaje del resto

El pasado verano, el Zaragoza, para evitar la fuga de canteranos de la Ciudad Deportiva, a los jugadores de las categorías inferiores, a los que llegaron este año y a los que estaban, les hizo rubricar, a sus padres, obviamente, un contrato por el que la cantidad a pagar en caso de marcharse a otro club profesional entre alevines y juveniles, oscila entre los 50.000 y los 80.000 euros por año y es una cifra que es acumulativa, por las temporadas que está el futbolista en la cantera, aunque no tiene carácter retroactivo, es decir en los años anteriores a la firma, y tampoco sería un argumento muy sólido en una batalla legal. En el caso de Gorka Buil y Samu Borniquel no serían 70.000 euros, porque no firmaron ese contrato y prevaleció el que ya tenía en el Zaragoza desde hace dos temporadas.

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