Los padres del pequeño Ashya King, detenidos el pasado domingo por sacar a su hijo de cinco años y enfermo de un hospital inglés, han culpabilizado este miércoles a los responsables del centro clínico de la situación vivida estos días, en los que han sido tratados "como criminales". "Los médicos sabían que queríamos otro tratamiento para el niño (enfermo de un tumor cerebral) y no nos ayudaron", lamentó el padre, Brett King, quien justificó su salida del Reino Unido ante las amenazas de que les retirarían la custodia del menor.

En una breve rueda de prensa en el despacho de su abogado después de ser puestos en libertad por la Audiencia Nacional y antes de trasladarse hasta Málaga para reunirse con el niño, el padre ha agradecido la colaboración de España y del ministro inglés David Cameron, aunque ha matizado que "algo no está bien con la justicia que hemos recibido de Inglaterra". "Los médicos dijeron que si no seguíamos el tratamiento que proponían allí nos quitarían la responsabilidad de Ashya, y me dio mucho pánico que en el momento de mayor necesidad del niño alguien nos dijera eso", insistió.

Explicó que vinieron a España para completar la venta de una casa que la familia posee en Casares (Málaga) con la intención de destinar el dinero a pagar un tratamiento diferente con protones en una clínica de la República Checa. "Los médicos sabían que yo me iba para tener un tratamiento mejor", reiteró, "porque decían que ellos no iban a costearlo". "Pero sabían que yo podía costearlo porque tenía la casa vendida". E indicó que el tratamiento de choque que le ofrecía la clínica inglesa donde se encontraba el niño suponía exponer al pequeño a una mayor dosis de radiación. "Si sobrevivía le dejarían hecho un vegetal, por amor a mi hijo nos marchamos", afirmó.

EN BUEN ESTADO

El padre subrayó que el hospital de Málaga donde está ingresado el menor confirmó que el niño está en buen estado y estaba siendo bien atendido, "entonces no entiendo por qué soy un criminal". "No sabíamos que la policía nos perseguía y no entendíamos cuando nos arrestaron que dijeran que éramos criminales por querer llevar al niño a otro hospital", narró sobre la situación vivida en los últimos cuatro días. "No estamos contentos con todo esto porque sólo buscábamos el interés de mi hijo".

La libertad del matrimonio King, ambos Testigos de Jehová, se produjo después de que el Reino Unido retirase la Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) que emitió contra ellos. Tras recibir los informes médicos sobre el estado del menor, la Fiscalía británica informó el martes por la mañana de que iba a proceder a efectuar «una revisión inmediata» sobre el caso después de haberse obtenido "nuevas pruebas" en relación a la acusación por un supuesto delito de crueldad contra una persona menor de 16 años que habían realizado contra ellos.

La presión social para retirar las medidas legales contra los padres ha sido también significativa. Tanto el primer ministro británico, David Cameron, y el viceprimer ministro, Nick Clegg, se mostraron a favor públicamente de que los padres pudieran reencontrarse con su hijo, un pronunciamiento que llegaba después de que el Gobierno de Reino Unido recibiese una petición de casi 100.000 personas para que se anulase el proceso de extradición abierto contra los King.