Entrevista |

Alejandro Aznar: "Dar un premio en Navidad es acabar el trabajo del año por todo lo alto"

Propietario de la administración Lotería del Rosario de Zaragoza

Alejandro Aznar, propietario gerente de Lotería del Rosario

Alejandro Aznar, propietario gerente de Lotería del Rosario / Ángel de Castro

Sorteos de lotería hay durante todo el año y varios de ellos extraordinarios, pero ¿qué hace al de Navidad tan especial hasta el punto de ser el sorteo de lotería por excelencia?

El sorteo de Navidad es especial porque es tremendamente social y una forma de compartir ilusión. También por las fechas en las que se celebra y porque desde los años 60 fue tomando dimensión en los medios de comunicación. Es un espectáculo y se ha convertido en un fenómeno social y de la comunicación.

¿Cambia mucho el comprador de la Lotería de Navidad al del resto del año?

Cada juego tiene su público, pero sí, el cambio es radical. A tenor de lo que ofrecen otros juegos que tienen botes, etc, la Lotería Nacional es el que menos premios ofrece, aunque respecto a los sorteos semanales la expectativa de premios en Navidad es más alta, y además de las personas mayores atrae a jugadores jóvenes de otros productos y a parte de la sociedad que no juega el resto del año.

¿El propio sorteo de Navidad ya debe ser un premio gordo para los loteros?

Sí que lo es. No solo es importante para las administraciones sino para el propio Estado, pues mueve el 30% de facturación anual de loterías y, por tanto, de los loteros. En mi caso es trascendental; estamos ubicados en buen sitio y el sorteo de Navidad es especial, por el esfuerzo comercial que supone, con canales digitales, personal, inversión en servicios al cliente... para mí supone el 70% de la facturación anual. A pesar de ello ha dejado de ser un gran negocio pues llevamos 17 años con los márgenes congelados y aunque ahora se vende más, los beneficios son menos.

Habla de canales digitales. Ustedes fueron pioneros en utilizar las nuevas tecnologías en la venta de lotería.

Fuimos los primeros en términos reales, pues hubo otra web que se puso en marcha antes pero no habían vendido y nosotros comenzamos a vender nada más instaurarla, así que fuimos los primeros en vender juegos del Estado por internet, en 1997, antes que la Bruja de Oro o Doña Manolita.

A ustedes se les llegó a conocer como ‘El rincón de la suerte’, por la cantidad de premios que han llegado a dar.

Antes no se llevaban registros, pero desde que los tenemos, no ha habido ningún año que no hayamos dado alguno de los grandes premios en el año. Hemos dado un tercero íntegro de Navidad y en 2019 dimos dos de los gordos en el mismo sorteo, el tercero y el quinto. Cada año solemos dar uno de los gordos y cada dos, uno de los gordos de Navidad.

¿Y qué siente un lotero al entregar uno de estos premios?

Para el lotero dar un gordo de Navidad es un sentimiento con dos variables, uno económico, porque ganas prestigio y eso incrementa las ventas de forma exponencial; el otro, más personal, el de la satisfacción. Como al que le toca, aquí también se nos desborda la alegría y perdemos los nervios. Es como haber terminado por todo lo alto el trabajo del año. Y más que los beneficios, por lo menos a mí lo que más me llena es vernos al día siguiente en los periódicos con la botella de champán y los clientes felices, y más si sabes que le ha tocado a alguien con necesidades. Es un sentimiento especial.

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