ATENTADO CONTRA LA AUTORIDAD

Amenaza de muerte a dos policías que regulan el tráfico y le pillan hachís

El detenido se negó a identificarse y llegó a golpearse la cabeza contra una persiana

Los agentes fueron comisionados por un incendio en Torrero y allí apareció este individuo

Acceso al Hospital Nuestra Señora de Gracia de Zaragoza.

Acceso al Hospital Nuestra Señora de Gracia de Zaragoza. / EL PERIÓDICO

A. T. B.

La función de los policías nacionales que regulan el tráfico no conlleva grandes sobresaltos, más aún cuando estas labores se realizan de madrugada mientras los bomberos trabajan en la extinción de un pequeño incendio, tal y como sucedió el pasado viernes en el zaragozano barrio de Torrero. Un hombre de 46 años comenzó a increpar a los efectivos del Cuerpo Nacional de Policía –amenazó con pegarles dos tiros a ellos y a sus hijos, entre otros muchos improperios– hasta que estos le redujeron y le intervinieron dos piedras de hachís. Identificado como Víctor F. P., fue puesto en libertad tras prestar declaración ante el Juzgado de Instrucción número 2 de Zaragoza como presunto autor de un delito de atentado contra la autoridad.

Los hechos referidos se remontan a las 00.30 horas del pasado viernes 3 de noviembre. Una dotación de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Policía de Aragón fue comisionada hasta la calle El Castellar con motivo de un incendio desatado en la citada vía. Mientras los bomberos del Ayuntamiento de Zaragoza trabajaban en la extinción de las llamas, los agentes procedieron a regular el tráfico. En un momento dado apareció Víctor F. P. y lo hizo insultando a los dos agentes. Como no cesaba su actitud, fue requerido para entregar su documentación, algo a lo que él se negó llamándoles «niñatos de papá».

Dos piedras de hachís

Los policías le solicitaron que se identificara hasta en cuatro ocasiones más, si bien volvió a negarse al mismo tiempo que les amenazaba con arrebatarles la pistola y con pegarles un par de tiros tanto a ellos como a sus hijos. Al final le inmovilizaron y, durante el cacheo, le intervinieron un par de piedras de hachís.

El operativo no finalizó en ese momento porque este hombre de 46 años continuó insultándoles al grito de «mariconas» e incluso les amenazó con matarles una vez quedara en libertad tras prestar declaración en el juzgado. Pero hay más. Los agentes le tuvieron que reducir a pie de calle dada la agresividad que mostraba. Tanto es así que incluso él mismo se golpeó la cabeza contra la persiana de un establecimiento una vez que ya se encontraba completamente sujeto de brazos.

Como presentaba una herida sangrante en la cabeza, fue trasladado al Hospital Provincial Nuestra Señora de Gracia, donde volvió a erigirse como protagonista. En el box de urgencias, la tomó con el vigilante de seguridad, a quien comenzó a dirigirse en términos amenazantes: le juró por Dios que le mataría porque solo le duraría «un estacazo». Fue su penúltimo asalto antes de acabar en los calabozos de la comisaría del Actur-Rey Fernando. Minutos antes volvió a tomarla con los mismos agentes que le engrilletaron y hacia ellos se dirigió en los mismos términos que había hecho a pie de calle: les dijo que les rompería los huesos para terminar dándoles un estacazo en la cabeza y, así, llorarían «como niñas».

Víctor F. P. es un viejo conocido de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado porque su currículum delictivo contabiliza un total de 27 detenciones, las dos últimas, por amenazas y resistencia. Asistido por Carmen Sánchez Herrero y Luis Ángel Marcén, quedó en libertad tras pasar a disposición judicial ante el Juzgado de Instrucción número 2, que el viernes se encontraba en funciones de guardia.