La llegada de un cachorro a la casa es un gran motivo de alegría, pero también conlleva una gran responsabilidad. Son animales muy inteligentes, adorables y espectaculares, pero en su etapa de formación es muy importante cómo les eduquemos porque puedes adquirir vicios y malos hábitos que les acompañarán durante el resto de su vida. Es una etapa crucial.

Pero también lo puedes ver desde el otro lado del prisma. Cuanto mejor sea su educación desde épocas tempranas, mejor se portará y más obediente será, por lo que vuestra relación será mucho mejor y se evitarán problemas futuros.

Por eso, hay que evitar ciertos errores que se suelen cometer en la educación de un cachorro y que no se deberían tener. Os contamos los más habituales e importantes.

Humanizar al cachorro

Tendemos a creer que un perro es un niño y por tanto estamos todo el rato mimándole y dándole lo que quiere. Un perro es un perro y no se le debe estar achuchándole y abrazándole todo el rato. Tampoco deberías dejarle dormir contigo en la cama. Necesita ir descubriendo el mundo por sí solo y que no estemos sobreprotegiéndolo.

Lo mismo sucede con los miedos. Si de cachorro escucha un petardo va a tener miedo, pero depende de nuestra reacción el perro, de la importancia que le demos, tomará una actitud u otra. Es como a un niño. Si se cae de la bicicleta y no se ha hecho nada, le animas a que siga y el niño no llorará o se le pasará rápido. En cambio, si a cualquier caída vamos, le cogemos, le abrazamos y lo mimamos, posiblemente llore más porque necesita atención. En el caso de los perros sí que es parecido al de un niño. Si naturalizamos los miedos y le hacemos ver que no pasa nada, asociará eso a la seguridad. Y eso es clave en su etapa inicial de vida.

Déjale dormir y no le despiertes

Un cachorro muchas veces nos parece un peluche, pero si está durmiendo y descansando no debemos despertarle para acariciarle ni para jugar. A nosotros no nos gusta y a ellos, tampoco. Hay que respetarles.

Castigarle y echarle la bronca

Hay que emplear el refuerzo positivo. Si hace sus necesidades en un sitio que no queremos o que no corresponde, no hay que gritarle, encerrarle ni mucho menos pegarle, sino hacerle ver que tiene que hacerlo en otro sitio y premiarle cuando lo haga bien. Puede generar un comportamiento distante y que tenga miedos.

Es importante la educación desde cachorros. Freepik

No socializar al perro

Desde cachorros hay que presentarles a otros perros, que jueguen con ellos y también que vaya conociendo a otras personas. Tienen que ser experiencias positivas, por lo que hay que hacerlo poco a poco y con cuidado para que cuando sean adultos no tengan problemas.

No adiestrarlo

Las órdenes, desde cachorros. Básicas, cortas, directas, con refuerzo positivo y sin enfados. Ganaremos en seguridad y en confianza mutua. Los perros nos quieren muchísimo, pero también deben entender que nosotros mandamos. Prémiale cuando lo haga bien. De hecho, la obediencia es uno de los signos que tiene la mascota de demostrar que nos quiere.