Posiblemente hasta ahora ni te lo habías planteado, pero no es lo mismo para nuestra salud dormir con la persiana bajada y sin que entre ni una pizca de luz o hacerlo dejando que entre la luz de la calle cuando el sol comienza a hacer su aparición.

Cada persona, por supuesto, tiene sus preferencias. Hay gente a la que le guste estar en la más absoluta penumbra porque le ayuda a conciliar el sueño, a no despertarse y a que dicho sueño sea más profundo y placentero. Y en el otro extremo se encuentran aquellas personas que no duermen tanto o que estiman que, con la luz del día, es buen momento para levantarse.

Seas del caso que seas, hay una explicación científica detrás que afecta a tu salud y no de forma positiva precisamente, por lo que deberías optar por la opción buena.

Universidad Northwestern

El estudio, de la Facultad Feinberg de Medicina de la Universidad Northwestern, indica que hay que dormir completamente a oscuras ya que, en caso de que haya algo de luz, hay una influencia directa en los niveles de azúcar en sangre y en la regulación cardiovascular, lo cual eleva el riesgo de padecer enfermedades precisamente cardiovasculares, problemas de corazón y, por supuesto, diabetes.

El motivo principal es que la luz tiene una incidencia directa en la insulina, que es la encargada de regular los niveles de glucosa en sangre. Se realizó un estudio entre personas que dormían con una luz moderada y personas que lo hacían en oscuridad total y los investigadores observaron que los primeros tenían más resistencia a la insulina por la mañana.

Esta teoría, que se ha hecho en un entorno controlado y que realmente no tiene por qué afectarte a ti porque cada persona es un mundo, refuerza otra y es que la luz puede llegar a afectar los niveles de melatonina. Ahora la decisión es tuya, si quieres cambiar de hábito o seguir igual.