Podías pensar que no hay relación, pero un estudio realizado por el experto Peter Walsh asegura que sí, que el desorden engorda. O mejor dicho, "hace el culo gordo", que es lo que expresa directamente en el título del libro en el que explica su teoría, "Does this clutter make my butt look fat?".

El orden en casa es muy más importante de lo que parezca. Por ejemplo, ya te contamos el método de Marie Kondo para sentir alegría a través del orden en el hogar y que se ha mostrado muy efectivo, igual que la decoración, si es de tonos oscuros, puede hacernos sentirnos atrapados o más tristes que si se utilizan tonos claros y se aboga por la luminosidad natural del hogar.

Pero lo que igual no pensabas es que el orden está directamente relacionado con nuestro peso porque al final, como defiende Walsh, todo está conectado y tener ciertas emociones o sensaciones nos hace reaccionar de determinadas maneras.

Las claves

Lo primero que indica el experto es que las personas que viven en constante desorden comen hasta un 44% más de snacks que aquellas que mantienen el orden en casa y dedican su tiempo a ello. Los snacks, no es desconocido, deben ser muy ocasionales para mantener una dieta sana por su altísimo contenido en azúcar principalmente.

Esto se produce porque mientras estamos haciendo cosas, aunque sean en casa, nos mostramos ocupados y no aburridos, que es una de las causas de que acabemos picando entre horas y más todavía snacks.

Por otra parte, también indica Walsh que al final tendemos a tratar nuestro cuerpo igual que nuestro hogar. Es decir, que si somos "maniáticos" del orden y la limpieza seguramente también lo seremos del cuidado personal, por lo que acabemos comprando e ingiriendo productos más saludables.

El estrés también tiene mucho que ver, porque se acentúa la necesidad de picar entre horas por razones hormonales. Y tener una casa desordenada, efectivamente, genera estrés, descontento y pereza.

Para ello se recomienda empezar por los espacios en los que más tiempo pasamos, que son el dormitorio principal y el salón. Ayuda mucho tirar o retirar todo aquello que de verdad no necesitamos, porque un espacio más minimalista, aparte de que es más fácil de ordenar, nos hace sentir que hay más espacio y está directamente relacionado con la sensación de pereza. También dejar alimentos saludables en la encimera de la cocina y tener muy bien ordenada la nevera evita las tentaciones.