La huelga que puede poner en peligro la Navidad en España

Los posibles paros podrían dejar al país en una situación muy preocupante, e incluso podrían llegar a parar el país

Área de carga para vehículos eléctricos

Área de carga para vehículos eléctricos

La Navidad se podría ver gravemente afectada en España. Una mala noticia en una época que los españoles esperan que sea tranquila y sirva de alivio tras unos meses duros. ¿El causante? Una posible huelga que implicaría un grave daño económico y que provocaría un desabastecimiento en las fechas del año que más se consume.

La protesta actual está convocada por la Plataforma en Defensa del Transporte, una agrupación de pequeñas empresas y autónomos.

Los transportistas han vuelto a convocar paros y amenazan con volver a paralizar el país. A partir del lunes 14 de noviembre se ha convocado un paro indefinido en todo el territorio nacional. Esta huelga llega tras denunciar el incumplimiento por parte de sus clientes de la ley que prohíbe que trabajen a pérdidas.

Los transportistas, en pie de guerra

No es una amenaza. Los transportistas van en serio, y podría repetirse una escena muy similar a la que se vivió en marzo. Entonces, la escasez de artículos afectó a productos tan básicos como los de los supermercados.

La organización de transportistas que convoca la huelga ya decidió entonces realizar un paro que se prolongó durante 20 días. Esta situación preocupa al Gobierno, sobre todo por las fechas escogidas, ya que durante las próximas semanas darán comienzo las campañas de Navidad.

De alargarse en el tiempo la huelga, podría verse afectada la distribución de juguetes, regalos y productos de alimentación. Raquel Sánchez, ministra de Transportes, ha apelado a la responsabilidad de esta agrupación para que no realizasen más huelgas, ya que admitía que el Ejecutivo había cumplido "todos los acuerdos" con ellos.

También ha insistido en que se seguirá trabajando para sacar adelante las medidas propuestas. Una de ellas aseguraba que los transportistas no pudieran trabajar a pérdidas, poniendo un método de denuncias a su disposición en caso de que así fuera, y que podrían alcanzar los 4.000 euros.