Esta es la curiosa razón por la que los gatos lo huelen todo

Estos pequeños felinos tienen obsesión por oler todo lo que está a su alcance

Cachorros de gato.

Cachorros de gato. / Unsplash

Los gatos son animales de costumbres peculiares y curiosas, como bien sabe cualquiera que haya convivido o conviva con uno. También que, para ellos, el olfato es un sentido básico para ellos, más incluso que la visión y el oído. La razón es sencilla: lo utilizan para comunicarse y relacionarse con el entorno que le rodea.

Si eres de las personas que comparte vida con este pequeño felino, seguro que más de una vez has visto que se refrota por todos sitios. Un comportamiento curioso que llama la atención a primera vista. Más allá de ser una muestra de cariño, lo que están haciendo en realidad es marcar "su territorio".

Los gatos producen unas feromonas en algunas partes de su cuerpo y una de ellas se sitúa en las mejillas, que precisamente es con la que impregnan con su olor aquello que consideran suyo. Ya sea el marco de una puerta, la pata de una mesa o las zapatillas de un humano. En el lenguaje de estos peludos, aunque sea imperceptible para el olfato humano, esto deja bien a las claras a sus semejantes quién manda ahí.

Es una costumbre que se relaciona con la estabilidad emocional del gato. Dejar su olor les tranquiliza. Lo relacionan con su hogar, allí donde están seguros.

La obsesión por los olores

Vale, pero, ¿por qué los gatos no pueden dejar de olerlo todo? La primera razón va relacionada con lo anterior. Están detectando la presencia de esas feromonas. Si son las suyas, todo va bien, si son extrañas en algo que creen que les pertenece, se apresurarán a dejar las suyas. Es una cuestión de principios, podríamos decir.

La segunda razón entronca con uno de los clichés sobre estos felinos: son animales muy curiosos. Si abres una ventana, allí que se encaramarán con la nariz por delante, oliendo con los ojos entrecerrados mientras la brisa les golpea su cabeza para percibir todos y cada uno de los matices que puedan. Lo mismo ocurrirá al acceder a un espacio nuevo. Prudencia, olisqueo y marcaje.

Los gatos son muy sensibles a los nuevos olores y necesitan investigar de dónde procede y qué matices tiene. Por eso, cuando sacamos ante él un alimento o hemos tocado a otra mascota, rápidamente se acercará para comprobar por sí mismo de qué se trata.