El hombre que apuñaló a su ‘ex’ en Zaragoza trató de fugarse de los calabozos del juzgado

Varios delincuentes han intentado fugarse de los calabozos del Juzgado de Guardia de Zaragoza y en sus nueve años en funcionamiento en su actual emplazamiento, pero solo uno lo consiguió. El domingo lo intentó el hombre que fue detenido por acuchillar a su expareja sentimental en plena vía pública en el zaragozano barrio de La Almozara.

La fuga frustrada fue entrada la noche cuando fue trasladado desde la celda en la que estaba al despacho de la magistrada titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Zaragoza, que estaba de guardia el domingo. La jueza le comunicó que iba a dormir en la cárcel como supuesto autor de una tentativa de homicidio y le hizo firmar el auto en el que se le notificaba tal resolución. Cuando el sospechoso, J. R. M., de 53 años y de origen español, iba a los calabozos, decidió salir corriendo.

Según pudo saber EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, los agentes de la Policía Nacional encargados de mantener la seguridad del complejo fueron detrás de él, pudiéndolo interceptar pronto puesto que no tenía gran escapatoria. Pese a ello, trató de resistirse, agrediendo con puñetazos y patadas a los dos agentes. Incluso a uno de ellos trató de quitarle la pistola, si bien no pudo. De hecho, acabó volviendo a los calabozos con un delito más en su haber: atentado a agentes de la autoridad.

La noche la acabó pasando en el centro penitenciario de Zuera, tal y como adelantó este diario. Todo después de ser detenido por intentar matar a su ex el pasado martes. Ambos se habían citado para resolver unas cuestiones de la separación cuando, de forma sorpresiva, él sacó un arma blanca y fue a clavársela.

Ella pudo repeler el ataque, si bien sufrió cortes en las manos y en el abdomen, donde fue dirigida la cuchillada. Por suerte, esta zaragozana quitó fuerza al arma y la herida no fue muy profunda. Mientras ella pidió ayuda, él consiguió fugarse. Durante tres días consecutivos consiguió ocultarse del Cuerpo Nacional de Policía hasta que el viernes por la noche pudieron dar con él. La Jefatura Superior de Policía de Aragón activó un dispositivo para detenerle en el que participaron los Grupos Operativos Especiales de Seguridad (GOES). Fue inmovilizado con una pistola eléctrica Táser, de reciente incorporación entre algunas unidades policiales.

Ante la circunstancia de no conocerse dónde estaba oculto, el caso fue calificado de «riesgo extremo» en el sistema Viogén del Ministerio del Interior. La mujer, de 46 años, estuvo protegida durante tres días consecutivos y las 24 horas por agentes de la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) de la Jefatura Superior de Policía de Aragón.