Todo lo bueno vuelve y, después de décadas acostumbrados a hacer la compra en grandes superficies, en las que por cada producto te llevas un envase, ahora es posible consumir sin gastar plástico. La sostenibilidad y el ecologismo cada día ganan más adeptos y ello ha posibilitado que abran en Zaragoza varios comercios que se basan en la filosofía del zero waste (cero desperdicio en castellano). Es el caso de Erre que Erre y de De Tarros, dos tiendas complementarias situadas en la calle Torrenueva en las que es posible adquirir todo tipo de productos sin maltratar el medio ambiente.

Marina Lamiche es la propietaria de uno de estos establecimientos, Erre que erre. Vende productos de limpieza del hogar y de cuidado y belleza personal. Todo se compra a granel o por unidades, incluido los rollos de papel higiénico (ecológicos, claro) o el gel hidroalcohólico. «Puedes traer tu propio bote de casa y rellenarlo o puedes comprar uno aquí y si lo traes otra vez te devolvemos el dinero», explica la mujer, que es de origen francés, de Pau.

«Vengo de Francia y yo allí tenía esta forma de consumir y cuando llegué a Zaragoza, hace dos años, vi que hacía falta», dice.

En la ciudad hay otras tiendas en las que se puede comprar, por ejemplo, detergente a granel, pero el catálogo de Erre que erre es interminable: venden los tradicionales ambientadores Papier d’Armenie, que son papelitos que se queman para dar olor; pajitas de metal; cosmética natural; cápsulas de café reutilizables; bastoncillos de oído también para varios usos; papel bañado en cera de abeja que sustituye al film transparente; jabones y champús sólidos; dentífrico a granel... «Lo único que sigue siendo de plástico son los tapes de los botecitos, que no se pueden sustituir, por lo demás no hay nada. Además, puedes llevarte una pequeña cantidad de un producto, no estás obligado a comprar 5 litros de un detergente que luego no te gusta», explica Lamiche, que abrió su tienda en septiembre del año pasado.

Marina, en su tienda Erre que erre junto a los dispensadores de productos de limpieza. Chus Marchador

En frente de Erre que erre está de De Tarros, otra tienda de productos a granel pero esta vez dedicada a la alimentación. Este local lleva abierto desde marzo del 2019 y Lamiche era una de sus clientas cuando decidió abrir una tienda, en parte complementaria, en frente. «Está muy bien porque ahí compras lo de casa y aquí lo de comer», explica Lidia Vicente, propietaria de De Tarros.

Su tienda es también toda una experiencia para los sentidos. Venden pasta a granel, todo tipo de especias, legumbres... Todo está dispuesto en sacos y cada uno coge la cantidad que le apetece. El tarro en el que lo echen los clientes se lo pueden traer de casa.

«Cada vez hay más gente dispuesta a consumir de esta manera. Están los cocinillas que ven MasterChef y que vienen a por una especia rara, los veganos que buscan productos concretos, los que no quieren consumir plástico y también las señoras mayores. Al fin y al cabo es como ellas siempre han comprado. A granel», recuerda Vicente.

En De Tarros comenzaron teniendo unas 200 referencias y tras las peticiones de los clientes ya tienen más de 600 disponibles. «Entre lo que más se vende está también el vermouth a granel. Una barbaridad. Y hay mucha gente que nos pide cosas que ni siquiera conocemos. Estamos bastante contentos de la respuesta», admite la dueña del negocio, que lleva junto con su hermano. En Zaragoza, cada vez son más las tiendas que se suman a esta forma de consumo: antes que De Tarros estaba ya Sin Huella en La Magdalena y El Colmado con Luz y Alma en la calle Carmen. En esta vía, además, acaba de abrir otra tienda de productos ecológicos a granel, Bio Pompas. Cada vez es más fácil llenar el carro sin perjudicar el medio ambiente