Lejos de allanarse, el camino que debería llevar a la resolución del conflicto en el servicio del autobús urbano de Zaragoza sigue retorciéndose. El sindicato OSTA anunció este viernes que va a emprender «acciones judiciales» contra las decisiones que acordaron el resto de secciones sindicales el pasado lunes en una reunión en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje.

Según aducen desde OSTA, ellos no fueron invitados a esta reunión y además se acordaron cuestiones que, según su consideración, serían competencia de la mesa electoral.

La cuestión es que, según este sindicato, el resto de secciones acordaron aprobar el censo electoral que podrá votar para elegir al nuevo comité (las elecciones serán el 28 de febrero), cuando para OSTA este debe ser el mismo que en 2016, año en el que se celebraron los comicios que recientemente ha anulado la Justicia.

Para el Colectivo Unitario de Trabajadores (CUT), el sindicato mayoritario en el comité en funciones, esta maniobra de OSTA beneficia a los intereses de la empresa puesto que si no se celebran las elecciones, Avanza puede prorrogar en el tiempo la firma de un nuevo convenio colectivo.

Recuerdan además que fue la Justicia quien anuló las elecciones de 2016 precisamente por irregularidades en la lista de OSTA, que tenía menos candidatos de los que era necesario tener como mínimo.

Y mientras el conflicto del bus no cesa, sino que incluso parece que va a más, en la empresa del tranvía se selló este viernes la paz social con la firma del nuevo convenio colectivo, que estará en vigor hasta finales de 2024.

La firma pone fin a varios años de negociaciones entre la plantilla y la empresa y deja atrás más de un año de huelga que ha provocado numerosas afecciones al servicio. Fue el 31 de enero cuando se alcanzó un preacuerdo entre las partes que, días después, fue ratificado por los trabajadores en un referéndum. Ya solo faltaba que el contenido de ese pacto se trasladara al texto del nuevo convenio colectivo y se firmara, que es lo que se hizo este viernes.