Morirse no es nada barato. Los costes que acarrea esta despedida son elevados y variados y un entierro puede superar los 7.000 euros, según los extras que se soliciten. Zaragoza es una de las ciudades de España donde más económico resulta este proceso fúnebre, con un gasto medio de 2.500 euros, aunque depende mucho de la funeraria. Unos 1.000 euros menos que la media española, que se sitúa en los 3.739 euros según la Organización de Consumidores (OCU). Por suerte, la inflación no ha azotado a este sector gracias, en gran medida, a que las tasas y precios públicos en la capital están congelados desde hace años.
La inhumación resulta más asequible que la cremación, que eleva el precio unos 400 euros y que se ha convertido en la opción predilecta de los zaragozanos desde 2013, cuando comenzó a haber más incineraciones que entierros. Tanto es así que el consistorio lleva años invirtiendo en la ampliación de los columbarios.
Desde el sector funerario explican que una parte importante de los gastos corresponden a los precios y tasas públicas del cementerio, que en el caso de la capital aragonesa llevan congelados desde 2013. La gestión del complejo corre a cargo de Servicios Funerarios de Torrero (Serfutosa) y el servicio ronda los 2.000 euros. Un precio de salida que se va elevando fácilmente a la hora de elegir el ataúd, las lápidas, el coche fúnebre, el velatorio e incluso la misa, ya que hay que pagar al sacerdote.
Por pasos. La concesión por cinco años y renovable previo pago de los nichos oscila entre los 28 euros y los 53,90. Todo depende de la manzana elegida y de la planta en la que se encuentre. También hay que contar con las tasas de mantenimiento, que varían desde los 8,10 euros a los 123 para las capillas completas. La sepultura ordinaria supone otros 61,60 euros. Hay tener en cuenta que si se abre un nicho ya ocupado por otro familiar hay que pagar un extra de 248 euros.
También está la opción de la cesión del nicho durante 49 años, y su precio oscilaría entre los 348 euros y los 835, según su ubicación.
La incineración como primera opción
Los columbarios y depósitos cinerarios son más económicos, y su precio varía desde los 25 euros hasta los 23. Si la cesión es de 49 años, entonces se elevaría hasta los 71 euros el más asequible, y los 355 el más caro y mejor situado. La cremación en el camposanto municipal asciende a 329 euros, aunque debido al coste energético esta tasa podría verse afecta al corto plazo.
Hay una opción más barata que es el jardín de las cenizas, con una tasa de 105,70 euros. Cada vez es más utilizada, al contrario que los panteones, que son pocos los de nueva creación, a 1.233,65 euros el metro cuadrado.
Pero hay más porque a los 21,55 euros que cuesta la licencia de inhumación, exhumación o incineración, hay que sumar el precio del velatorio, con un coste medio de unos 400 euros, aunque dependerá de las dimensiones de la sala y del tiempo que se utilicé. La cámara frigorífica son otros 89,60 euros y el arca fúnebre está por los 700.
Si la despedida incluye la misa funeral hay que pagar la capilla, otros 105 euros, y al sacerdote, 75 euros más. Por no hablar de los 200 euros de media que se incluyen en el presupuesto por el coche fúnebre.
A partir de aquí todo lo que se incluya son extras que ofrecen las funerarias privadas, con unos presupuestos que distan mucho entre unas y otras.
Diferencias entre las funerarias, desde los 2.236 euros hasta los 3.860
EL PERIÓDICO ha contactado con cuatro empresas de la capital aragonesa y el precio de los entierros varía desde los 3.860 euros, con ataúdes ecológicos, hasta los 2.236 euros. La elección del féretro dispara el coste definitivo.
Entre las empresas consultadas el ataúd varía desde los 1.376 euros el más barato hasta los 2.200 aunque, claro está, depende del material y los ornamentos con que se acompañe. La mayoría de las funerarias ofrece la opción de la caja ecológica, que disminuye considerablemente el impacto ambiental y el los gastos del servicio funerario ya que una parte importante del coste funerario se va en el féretro.
Féretros de cartón, la nueva propuesta
En el debate está ahora mismo la propuesta del PSOE, que para minimizar el impacto ambiental sugiere que los crematorios utilicen «mejores prácticas tecnológicas existentes para reducir al máximo las emisiones contaminantes». Se conseguiría, según la proposición no de ley presentada, sustituyendo los féretros de madera por cartón ondulado u otros materiales vegetales, vistiendo al difunto con ropa de fibra o evitando el tratamiento de la tanatopraxia. Las urnas son mucho más asequibles y el precio medio está en los 50 euros.
Las flores también pueden disparar presupuesto. Según explican desde el sector, este complemento es uno de los que más está sufriendo la inflación, al tener un IVA del 21%.
Por suerte, y pese a que el proceso exige un desembolso importante de golpe --salvo los que tienen su seguro--, Zaragoza es una de las ciudades donde menos cuesta el proceso funerario. Un entierro sencillo supera los 3.700 euros de media en España.
