EQUIPAMIENTOS MUNICIPALES

El Luis Buñuel reabrirá convertido en centro de mayores a mitad de 2024

El proyecto de obras se adjudicará esta semana a la empresa Construcciones Rubio Morte por un importe de 460.887 euros

Así está el Luis Buñuel antes del inicio de las obras.

Andreea Vornicu

Iván Trigo

Iván Trigo

El antiguo instituto Luis Buñuel de Zaragoza, situado en la plaza Santo Domingo del barrio del Gancho, reabrirá a finales del primer semestre de 2024 convertido en un centro de mayores. La alcaldesa de la ciudad, Natalia Chueca, ha visitado este jueves el edificio para anunciar que esta misma semana se aprobará la adjudicación de las obras a la empresa Construcciones Rubio Morte por un importe de 460.877 euros.

El edificio, que fue desalojado en febrero de este año, volverá así a recibir vecinos del barrio aunque con un concepto muy diferente. Del proyecto autogestionado que impulsó el centro social comunitario Luis Buñuel se pasará a un centro de mayores municipal que utilizará la primera planta del edificio. Para futuras fases se dejará la recuperación del resto de espacios.

Según ha dicho Chueca, una vez comiencen los trabajos, el plazo de ejecución será de 4 meses, a los que habrá que sumar el tiempo que cueste amueblar y acondicionar todos los espacios. El nuevo centro de mayores, que tendrá 1.722 contará con un comedor, una cafetería, un área de administración, un salón de actos, vestuarios, baños, almacenes, cuatro aulas para hacer actividades y una zona de deporte para mayores en el patio exterior.

Limpieza y desratización

Según ha informado el ayuntamiento, el inmueble fue sometido a una limpieza en profundidad que supuso un coste de 183.645 euros a las arcas municipales. Tras el desalojo, el pasado mes de febrero, el Servicio de Inspección Urbanística realizó una visita el 28 de marzo tras la cual emitió un informe donde se concluía que el edificio y el patio exterior albergaba todo tipo de residuos en grandes cantidades, desde “basuras, plásticos, plásticos, cartones, libros, antiguo mobiliario de madera, colchones de espuma, telas, etc, además de ratas”.

Todo ello suponía, “por su naturaleza y su cantidad, un potencial riesgo de incendio por la carga al fuego que supone en un edificio desocupado”, según indicaron los técnicos municipales. De esta manera, se ordenó, “en aras de la salubridad y la seguridad, proceder con carácter de emergencia a la retirada y limpieza de todo tipo de residuos del interior del edificio y a la desratización y desinsectación del mismo”.

De este modo, el Servicio de Salud Pública del Ayuntamiento de Zaragoza empleó un primer tratamiento contra roedores el 29 de marzo y un segundo el 5 de abril, dando por finalizada la actuación siete días después. Por otra parte, el Área de Urbanismo se encargó de las obras de limpieza por emergencia, cuya mayor cuantía, más de 98.200 euros, se destinó a las labores de “recogida por medios manuales de todo tipo de basuras y desechos, mobiliario de todo tipo, electrodomésticos, aparatos sanitarios sueltos, cristales rotos, excrementos, etc, incluso barrido carga y transporte manual hasta el vaso contenedor”, todo ello “en un estado de insalubridad en el interior del edificio”, tal y como recoge la propia certificación de las labores.

El resto de tareas, hasta alcanzar los 183.645 euros que costó el conjunto de los trabajos, consistió en la demolición de falsos techos en malas condiciones, la instalación de una bajante para los escombros, la recogida de enseres y basura en el patio exterior, las tasas de vertederos y las medidas de seguridad y salud laboral.