Proyecto estratégico

La primera planta solar urbana de Zaragoza ya es realidad: Torrero empezará a generar su propia energía verde dentro de un año

La instalación supone la incorporación de placas solares en los nichos del cementerio, que generarán 5,3 millones de kilovatios al año

La empresa adjudicataria deberá pagar en especie un canon que se traduce en la creación de diez instalaciones de autoconsumo en equipamientos municipales

Las placas se instalarán sobre los nichos.

Las placas se instalarán sobre los nichos. / Jaime Galindo

Alberto Arilla

Alberto Arilla

El parque fotovoltaico en el cementerio de Torrero ya es una realidad. Zaragoza ha aprobado la adjudicación de la nueva planta a la empresa Geodesel S.L., que asumirá los costes de instalación, explotación y mantenimiento de la misma durante los próximos 25 años. Una operación que contará con tres patas diferenciadas, que en global suponen un coste de más de 5,6 millones de euros, que será asumido íntegramente por la empresa domiciliada en el polígono de Malpica.

En primer lugar, estarán las placas solares propiamente dichas, que se ubicarán sobre las cubiertas de los nichos del cementerio municipal, en un espacio de más de 40.000 metros cuadrados en el que los 6.160 módulos generarán más de 5,2 millones de kilovatios hora al año, el equivalente a lo que gastan 3.000 zaragozanos en ese período de tiempo. El coste estimado de esta instalación supondrá una inversión de 2,4 millones de euros más IVA que asumirá por completo Geodesel, la empresa adjudicataria, que tendrá tres meses para presentar el proyecto definitivo para después, en el plazo de un año, poner en servicio el nuevo parque fotovoltaico para su explotación.

Una operación a la que habrá que añadir la creación de una instalación fotovoltaica de autoconsumo que abastezca las necesidades del camposanto de Torrero. Esta segunda pata supondrá una inversión extra de más de 20.000 euros –IVA no incluido– y que contará con 45 módulos. La producción anual de este miniparque generará, según estiman desde el consistorio, cerca de 37.000 kilovatios hora al año. La tercera y última parte de la adjudicación, también incluida en los pliegos del concurso, versa sobre un canon anual que deberá ser satisfecho en especie, a través de la puesta en marcha de otros diez parques de autoconsumo en distintos equipamientos municipales, valorados todos ellos de 325.000 euros.

Por partes. La inversión de mayor calado, tanto por su repercusión energética como por su coste, es sin lugar a dudas la creación de ese Parque Fotovoltaico de Generación que tendrá desde el próximo año el cementerio de Torrero. Para poder habilitarla, se aprovecharán las cubiertas de los bloques que fueron ejecutados en la tercera ampliación del camposanto, iniciada en 1970. En total, esta parte del cementerio cuenta con más de 130.000 metros cuadrados, pero lo que se aprovechará, como ya se ha explicado, será sus techos. En cifras, los 27.708 metros cuadrados de cubiertas serán aprovechados como generadores directos de energía renovable a través de las placas solares que sobre ellos se ubicarán. Esto es, en términos más sencillos, dos tercios de la planta.

El resto de módulos serán instalados sobre los techos de la cuarta ampliación del camposanto, iniciada una década después de la anterior, en 1980, y cuyos suelos alcanzan los 115.000 metros cuadrados. En esta parcela, eso sí, la empresa tendrá un mayor grado de dificultad a la hora de establecer sus equipos, ya que no todas las superficies son aptas para la colocación de las placas. Esto se debe, sobre todo, a la forma de estos techumbres, cubiertos con teja a dos aguas, y a su orientación, ya que no todas miran al sol durante la cantidad de horas necesarias, problema que no existe en la parcela anterior.

Coste cero para Zaragoza

Desde el consistorio remarcan, además, lo ventajoso de la operación para Zaragoza, ya que no le costará un solo euro. Y es que los pliegos del contrato recogían, y así se hará, que la empresa adjudicataria, en este caso Geodesel, sería quien asumiese todos los costes de instalación, mantenimiento y explotación. Geodesel tendrá asimismo una concesión improrrogable de 25 años. 

En cualquier caso, la sociedad no tiene garantizado al 100% que será ella quien desarrolle el parque. Una cuestión que, eso sí, depende única y exclusivamente de la propia empresa, que cuenta con dos meses para presentar toda la documentación requerida, así como las condiciones técnicas que el Ayuntamiento de Zaragoza exige para la obra. En el caso de que estos últimos condicionantes no se dieran, la adjudicación pasaría a la segunda sociedad de la lista surgida tras el concurso público, Desarrollos e Infraestructuras Renovables Zaragoza.

Nada hace pensar que Geodesel no pueda reunir las condiciones, por lo que cuenta con tres meses –los dos de garantía y uno extra– para presentar el proyecto definitivo y otros nueve para ejecutar y finalizar la obra. De esta forma, se sobreentiende que para la primavera de 2025 el parque fotovoltaico de Torrero, además de la instalación de autoconsumo, deberán estar en perfecto funcionamiento. El autoconsumo del camposanto era vital para el consistorio, que además incluyó en los pliegos una salvedad para que la empresa adjudicataria, en lugar de pagar un canon anual durante el próximo cuarto de siglo, en concepto de la energía producida, este se pudiese conmutar mediante la creación de otras plantas fotovoltaicas, de menor tamaño, en un total de diez equipamientos municipales. 

Implantación a cinco años

Un listado que está compuesto por los centros de mayores Laín Entralgo y de Rey Fernando, los centros cívicos de Casetas, Juslibol, Peñaflor y Sobradiel, las escuelas infantiles Pirineos (en el barrio del Picarral) y La Paz, en las naves de las Brigadas Municipales de Arquitectura y en el pabellón deportivo de Valdefierro. El coste de cada uno de ellos será superior a los 325.000 euros más IVA. En cuanto a la potencia generada en los distintos centros municipales, se espera que entre todos generen picos de 394 kilovatios.

El plan presentado por Geodesel cifra en cinco los años en los que estos equipamientos serán levantados. En total, se instalarán dos plantas por año, siendo las primeras las del centro de mayores del Rey Fernando (Actur) y del centro cívico de Santa Isabel, y las últimas, en 2029, las de la escuela infantil La Paz y las naves de las Brigadas de Arquitectura.

«Seguimos caminando hacia el autoconsumo», ha explicado tras la reunión del Gobierno de Zaragoza el concejal de Urbanismo e Infraestructuras, Víctor Serrano. En ese sentido, Zaragoza quiere seguir apostando por la energía verde con los ojos puestos en el año 2030, fecha marcada por el Ejecutivo de Natalia Chueca para que la capital aragonesa sea una de las 100 ciudades climáticamente neutras del mundo. «Estos proyectos ahondan en las políticas de eficiencia energética, sostenibilidad y ahorro económico para los ciudadanos», ha concluido Serrano, que no ha dudado en definir este proyecto como «pionero» y un «ejemplo a seguir».