El Ayuntamiento de Zaragoza mejora el cruce en el que murió arrollado Mario Azúa

La intersección de Vía Ibérica y la calle Argualas de Zaragoza luce un aspecto totalmente diferente al que presentaba en noviembre de 2022 cuando un autobús de la línea 57 arrolló mortalmente a Mario Azúa, un adolescente de 14 años que circulaba por el carril bici a bordo de su patinete. Desde entonces se ha reivindicado la mejora de la movilidad en el cruce y a finales de la pasada semana se cumplieron las citadas pretensiones con varias modificaciones en la semaforización y en la señalización vertical y horizontal. O lo que es lo mismo: se ha habilitado un carril independiente semaforizado para el giro a la derecha y se ha instalado un segundo semáforo a la altura del paso de peatones en el que no existe fase ámbar.

De todo ello ya ha sido conocedor el padre de la víctima, Javier Azúa, tras recibir el correspondiente aviso por parte del presidente de la Junta Municipal de Casablanca, David Flores (Vox). «Seguro que esta intervención reduce la siniestralidad, que para nosotros llega demasiado tarde y con un coste vital imposible de asumir», lamentó Azúa a través de su cuenta de X (antes Twitter).

El progenitor, en declaraciones a EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, aplaudió la medida porque obliga a «frenar obligatoriamente» en la intersección y apeló a la prudencia de los conductores para evitar siniestros de similar naturaleza, tal y como sucedió el 10 de noviembre de 2022 con su hijo. «Ahora está muy bien hecho porque la gente iba lanzada», razonó Azúa. «En nombre de Mario no dejaremos de pedir que se revisen todos los cruces peligrosos aunque, insisto, somos los conductores los que estamos obligados a poner toda nuestra atención en la vía. No hay excusas», añadió en X.

Fuentes del área de Movilidad del Ayuntamiento de Zaragoza explicaron a este diario que, con motivo de esta mejora, «se ha reforzado la señalización previa para advertir a los conductores de que es necesario prestar atención a la nueva configuración del cruce». También concretaron que los cambios adoptados en la intersección de Vía Ibérica y la calle Argualas «no son aplicables a todos los giros de este tipo», de ahí que los técnicos deben llevar a cabo «un análisis aislado» de cada punto conflictivo. La medida llega en un momento en el que la concejalía de Seguridad Vial continúa «trabajando» en el diseño de un plan para «reducir» los accidentes en las vías urbanas de la capital aragonesa.

No en vano, las calles zaragozanas contabilizaron a lo largo de 2023 los peores datos desde 2010 con once decesos desde que, el 4 de febrero, un zaragozano de 54 años falleciera al chocar contra una farola a la entrada de la ciudad. En lo que va de año, dos motoristas han perdido la vida en sendos siniestros en Vía Ibérica y la N-330, a la altura de la Academia General Militar.

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