El gran espectáculo pirotécnico previsto como culmen de la ceremonia de clausura de la Expo durará entre 35 y 40 minutos y lo podrán seguir 172.000 personas "en óptimas condiciones de visualización", aunque el número se podría disparar. Los fuegos artificiales podrán contemplarse desde el recinto de la Expo, donde podrían concentrarse casi 29.000 personas, y desde las riberas del Ebro próximas al recinto, que concentrará el mayor número de espectadores: más de 145.000.

La sociedad pública Expoagua ha sacado a concurso la creación y producción de este gran espectáculo de la Exposición Internacional, en el que invertirá 1,4 millones de euros. La empresa ganadora se dará a conocer a principios de octubre, que deberá presentar un completo guión y propuesta artística antes de mediados de diciembre. El proyecto ejecutivo deberá estar listo a finales de enero del 2008, detallando las zonas de río o de la ribera de la margen derecha que se verán afectados por los fuegos artificiales.

El espectáculo pirotécnico será mucho más que una consecución de explosiones de cohetes, dado que se han previsto fundir con iluminación, sonido y audiovisuales para lograr el máximo efectismo. De hecho, se prevé un amplio equipo técnico que incluye sendos directores artístico, pirotécnico, técnico, de proyecto y de producción; diseñadores de imagen, sonido e iluminación; compositor de banda sonora y el apoyo de una ingeniería especializada. Para supervisar un hipotético impacto ambiental también se deberá fichar un experto.

Para garantizar el objetivo deseado, se deberán realizar, además, ensayos técnicos los dos días previos a la ceremonia, prevista para el 14 de septiembre del 2008. La instalación de las infraestructuras necesarias en la ribera se deberá acometer a principios de septiembre del próximo año.