¿Qué pasa cuando uno de los tornos en la estación de Goya se deja abierto de forma permanente cuando numerosos viajeros suben desde el andén? ¿Y cuando los fines de semana, con cierta frecuencia, algunos usuarios, ante el riesgo de perder su tren, optan por saltárselos porque la única persona que está en la estación no da abasto o el sistema se cae de repente? Esto sucede y ya hay una queja de los sindicatos por la falta de interventores en Aragón. De hecho, el único refuerzo en la vigilancia que se ha hecho se ha dado en Canfranc y por los habituales grafitos que aparecían en los trenes. Pero no en líneas como la de Mora, Caspe o Huesca-Canfranc, que "habitualmente van sin revisor", afirman desde el sector. Otros, sin embargo, no pueden, por razones técnicas, ir sin ellos, como los de Teruel. Y en el resto, los 39 que hay van rotando. En otros casos, como la línea de Zaragoza a Madrid, el revisor lo debía poner la capital de España pero hace tiempo que dejó de hacerlo.