SEGURIDAD CIUDADANA

Seguridad ciudadana: la provincia de Teruel ha perdido 55 guardias civiles en los últimos ocho meses

Las nuevas resoluciones de vacantes solo han permitido recuperar 87 plazas de las 137 puestos que han quedado desiertos desde septiembre del año pasado

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Manifestación por el triple asesinato que perpetró ‘Igor El Ruso’ en Andorra en diciembre de 2017. | EL PERIÓDICO

Manifestación por el triple asesinato que perpetró ‘Igor El Ruso’ en Andorra en diciembre de 2017. | EL PERIÓDICO / A. T. B.

Hace varios años que la plantilla de la Guardia Civil en la provincia de Teruel languidece con una merma de medios humanos que incluso ha quedado salpicada de cruentos episodios como, por ejemplo, el triple asesinato que Igor El Ruso perpetró en Andorra en diciembre de 2017. Ni aquel reguero de sangre ha puesto fin a unas raquíticas dotaciones que, en septiembre de 2023, vieron cómo volvían a adelgazar con la marcha de 96 agentes y seis sargentos –en total, 102– como consecuencia del concurso anual de traslados. Y la situación no ha mejorado a lo largo de las últimas semanas porque la nueva resolución de vacantes se ha saldado con la llegada de 82 guardias civiles –la mitad, forzados– y la marcha de otros 35. O lo que es lo mismo: Teruel ha perdido 55 guardias civiles en los últimos ocho meses.

La situación no tiene visos de mejorar ni a corto ni a medio ni a largo plazo, tal y como reiteran desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) al aventurar que la próxima resolución de vacantes volverá a saldarse con otra merma de efectivos. Así lo explica Cristóbal Soria, responsable del área de comunicación y de servicios jurídicos de la asociación, quien incide en que la mitad de los nuevos agentes que han llegado a la provincia lo han hecho «de forma forzosa». «Es un arma de doble filo porque, al año, ya pueden pedir nuevo destino. Solo van a estar un año con total seguridad», sostiene Soria.

Como consecuencia de estos nuevos movimientos, algunas zonas como el Maestrazgo sí que han mejorado ligeramente sus dotaciones hasta el punto de que la situación se puede tildar de «medianamente aceptable». Pero la 3ª Compañía –Calamocha y alrededores– y la zona del Bajo Aragón, por otro lado, se han quedado «desabastecidas».

Más allá del movimiento de guardias civiles por la publicación de los nuevos destinos, desde la AUGC también consideran que las tasas de reposiciones no son suficientes –«no dan», aclaran– porque las jubilaciones son superiores a las plazas ofertadas por el Ministerio del Interior. Y, recalca Soria, todavía lo serán más en los próximos cinco años cuando la jubilación llame a la puerta de «las megapromociones».

«Como la Administración no se lo tome en serio y en condiciones como un problema de seguridad pública, no sé lo que va a pasar», concluye un Soria para quien este problema solo es un reflejo más de la situación de la España vaciada. «¡Como el tema de los médicos!», finaliza. 

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