La noche fue larga. El ascenso a la ACB bien lo merecía. La fiesta aplazada durante doce años explotó en el Príncipe Felipe para desparramarse por toda la ciudad hasta el amanecer. La pasión roja vivida en el pabellón se desplazó hasta la Plaza de España ante los ojos de miles de incondicionales y se hizo íntima en la sala Domo, donde el CAI había organizado una fiesta privada para unos doscientos invitados y entre los que había pocos aficionados rasos. La celebración fue de la buenas y transcurrió entre un millón de anécdotas y de gestos únicos en la efervescencia de un momento para no olvidar nunca.

Matías Lescano fue como las vedettes. Se cambiaba de vestido en cada número. El trasiego de camiseta va, camiseta viene, empezó en mitad de la pista, con la especial del ascenso. Poco le duró encima. En el vestuario, como dos gruppies enfurecidas, sus amigos pscar e Iván se la arrancaron a tirón limpio. Matías estaba preparado. Guiño para la casa, como Quinteros, cuya primera llamada fue a Colón y anduvo en el autobús con la bandera de Argentina. El siguiente atuendo del Bicho, el que llevó en el descapotable, también era celeste, pero del Belgrano, el equipo de fútbol de su Córdoba natal del que es fanático. Luego, en el Domo, ya lucía con sus mejores galas. Como la mayoría, que parecían recién salidos de la tintorería y no de haberse empapado con una mezcla de cerveza, champán y lluvia. Chápuli, que estuvo en un segundo plano en las celebraciones del pabellón, permaneció impoluto toda la noche. Con esa imagen intachable y junto a Reynaldo Benito y toda la plantilla, subió al ring que hay en mitad de la sala. El presidente, y tomaron la palabra para dar agradecimientos y dar como inaugurada la fiesta.

El ´show´ de Darren

DP era el escándalo. No paró quieto ni un segundo. En La Plaza de España imitó a Manolo y aporreó el bombo con un gorrito de cerdito en la cabeza. Luego se transformó en un gansta de Brooklyn. Ahora ocultaba su cogote pelado con una visera de los yankees y su uniforme era una camiseta publicitaria de su negocio y unos tejanos para diplodocus. Con este look protagonizó la foto de la noche. Starosta aún está con la boca abierta. Darren se subió al cuadrilatero. El dj puso la música acordada, un rap ligero, medio funky, y a sus acordes DP empezó a desarrollar un baile más que personal. En Fama no dura ni un segundo. Marbelis lo pone recto. El vídeo estará pronto en youtube. Imperdible.