En mi cabeza solo está demostrar en el Real Zaragoza que tengo un sitio en Primera". David Mateos ha arribado al Zaragoza sin divisar el futuro lejano, solo mira a una temporada a préstamo donde el central cedido por el Madrid quiere confirmar que puede tomar vuelo en la elite española tras 11 años en la cantera blanca. Si regresa a la que fue su casa o no, solo el tiempo lo dirá, pero el defensa asume el reto cercano y no se asusta cuando se le recuerdan nombres como Pardeza o Esnáider, jugadores que llegaron del Madrid y que triunfaron y encontraron su lugar en La Romareda: "¿Por qué no seguir ese modelo y ser un jugador importante aquí? Voy a trabajar muy duro para ello", avisa.

"Mucha gente puede pensar que para mí es un año de transición, que dentro de doce meses volveré al Madrid, pero yo no miro tan lejos", sentencia Mateos. Sus primeros días en el Zaragoza ya ponen en aviso que unas condiciones innegables. Va bien por alto (1,86 de altura) y es serio en el trabajo defensivo, aunque le añade un buen manejo del balón con los pies. Tanto, que ya ha jugado en la cantera del Madrid por delante de la defensa, como pivote. Una posibilidad que no es descabellada en el Zaragoza, porque a Aguirre le gusta que el futbolista que se sitúa por delante de la zaga sea un jugador con mucha presencia física. "Mi posición natural está atrás y el míster no me ha dicho nada sobre jugar en el mediocentro. He jugado en los dos últimos años muchas veces de pivote defensivo y no tendría ningún problema. Puedo hacerlo bien ahí también", señala.

AFICIÓN EXIGENTE Su préstamo de media temporada al AEK griego ya fue una buena tarjeta de presentación. Diez partidos de Liga y uno de Copa, donde el club griego se proclamó campeón, dieron experiencia y empaque a este jugador, que había tenido dos presencias testimoniales con Mourinho --un partido en Copa y otro en Champions--. "Tras la cesión al AEK me quería quedar en España. Tenía alguna oferta del extranjero y algunas más de España, pero el club que más fuerte apostó por mí fue el Zaragoza, que además es un buen equipo para mostrar las posibilidades que tengo en Primera".

Mateos aspira a ser el nuevo jefe de la zaga, donde su socio a priori sería Contini, si el italiano no cumple su objetivo de regresar a Italia, como desea, o Da Silva. Con esa pretensión quiere responder a una grada que sabe que le va a mirar con lupa: "Este es un club de más de 80 años de historia, uno de los importantes de España y sé que la afición es muy exigente. Mi nivel de autoexigencia siempre ha sido alto y aquí no va a bajar", avisa el defensa madrileño, que reconoce también su gran satisfacción por el ambiente de trabajo y compañerismo que se ha encontrado en el vestuario.

A sus 24 años, Mateos es uno de los jóvenes por los que ha apostado el Zaragoza. En ese grupo ya están también Juan Carlos, Oriol y Abraham y apuntan a llegar otros, como Jonathan dos Santos, Alfaro, Barrera o Juárez: "No va a ser un hándicap. La gente puede pensar en esa inexperiencia y es verdad que llevar años te da más cosas. Sin embargo, también las ganas y el hambre que tenemos igual no las tienen otros jugadores con más edad. Además, el míster es una garantía, lleva muchos años en la elite, y también hay gente veterana como Ponzio, Doblas, Lanzaro, Leo Franco", argumenta, sin poner un listón muy elevado para el Zaragoza. "Todos esperemos que sea un año más tranquilo que los anteriores. El Zaragoza no puede sufrir tanto".

Mateos tiene claro que no se ha equivocado con su apuesta por el Zaragoza. Su primer paso es convencer a Aguirre y después hacer lo mismo con la afición y con toda la Liga. En el Madrid, que ha gastado una fortuna en reforzar su defensa en los últimos tiempos, no hubo manera de abrir esa puerta, pero el club aragonés le ha abierto otra vía. Y su reto es aprovecharla. "Ahora mismo tengo claro que no me he equivocado al tomar la decisión. Estoy seguro de ello", concluye.