Javier Aguirre entrenó ayer prácticamente en familia. El Vasco realizó una sesión en cuadro a falta de nuevas incorporaciones. Solo 10 jugadores de campo estuvieron presentes en las dos sesiones de ayer. Laguardia, Lanzaro, Mateos, Paredes, Abraham, Juan Carlos, Ponzio, Lafita, Edu Oriol y Braulio fueron los valientes que dejaron el pabellón bien alto. Estuvieron acompañados por Kevin Lacruz, Ortí, Joel, Joshua y Ramiro --solamente por la tarde--.

En la jornada de trabajo de ayer también estuvieron los porteros. Nada menos que cuatro. Roberto, Doblas, Leo Franco y Alcolea estuvieron trabajando duro. Fue otra nota curiosa. El año pasado siempre trabajaron un máximo de tres porteros y con la llegada de Roberto los arqueros formaron el grupo de los otros cuatro gatos. Aprovechando la multitud, Aguirre dispuso cuatro grupos, uno para cada guardameta. Así, los jugadores de campo pudieron probar la agilidad y destreza bajo los palos de los arqueros. Los del primer equipo, los mayores iban permutando de un grupo a otro. Alcolea, por su parte, se quedó la mayoría del tiempo en la misma, en la del fondo. Al final cambio, pero solo cuando el Vasco estaba a punto de cambiar de ejercicio.

Defensa de cuatro

La de ayer será la tónica general de la semana. Los jugadores de campo seguirán trabajando con escasez de efectivos debido a los compromisos de Uche, Pinter, Obradovic, Da Silva y Juárez con sus selecciones. Todos ellos irán regresando a lo largo de la semana. La gran novedad llegó por la tarde, cuando Javier Aguirre trabajó con una defensa de cuatro jugadores, formación que podría emplear en Soria. En el partido de Los Pajaritos, los menos habituales pueden pasar al primer plano y jugar más minutos.