Un rocódromo caído del cielo

El anuncio, este jueves, de la construcción de un nuevo gran rocódromo en Zaragoza ha sido acogido con alivio y satisfacción por la creciente comunidad de la escalada de la capital aragonesa. La iniciativa de elevar en las antiguas instalaciones del Stadium Las Fuentes una instalación de esas características, homologada para la disputa de competiciones nacionales e internacionales, equipararía a la capital aragonesa con otras similares de primer nivel abiertas en los últimos años en las áreas de Madrid, Barcelona, Bilbao, Oviedo, Pamplona, Cáceres, Cuenca, Valencia...

Las sala proyectada con más de 2.500 metros cuadrados escalables y muros de cuerda con más de cien vías y 18 metros de trayecto, que han iniciado a elevar los promotores de BulderLand, cubrirá las carencias que se encuentra la afición de la escalada de dificultad en Aragón. El cierre del ‘roco’ el pasado verano que había en Puerto Venecia había dejado sin este tipo de muros verticales, más allá de Climbat Torre Outlet, y con desplomes y grados de dificultad en los límites de nuestra comunidad. 

Pese a la apertura de buenas salas especializadas en el bloque o boulder (progresión por presas en un plano horizontal y sin cuerda) en la propia Zaragoza, Huesca o Jaca, esta falta de recintos de techos altos o recorridos más exigentes provoca que los deportistas de élite tengan que buscar fuera lo que no tienen aquí. Ahora no pueden entrenar correctamente para los campeonatos y, por lo tanto, explotar toda la progresión calculada a su potencial por la ausencia de un rocódromo homologado para competiciones nacionales e internacional, tanto en las modalidades olímpicas de velocidad, de dificultad y de bloque. 

Futuro competitivo

«Nos parece una noticia perfecta, estupenda, que mejora las instalaciones existentes actualmente en Zaragoza. Desde la Federación estamos expectantes y cuando se finalice estaremos abiertos a colaborar con los promotores para que nuestros chicos puedan tecnificar en estas instalaciones y para organizar competiciones en este espacio», indica Javier Franco Oteo, presidente de la Federación Aragonesa de Montañismo (FAM).  

Hasta la fecha, Zaragoza no ha sido parada para competiciones de escalada, disciplina que ha evolucionado rápidamente al convertirse en una de las más populares en las grandes ciudades. Hace dos años se mantuvieron conversaciones para realizar una prueba en la propia Plaza del Pilar dentro de los actos de celebración del centenario de FEDME, que finalmente no llegó a concretarse. Desde la propia Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada trasladan a este diario la satisfacción por «una buena noticia. Que Zaragoza disponga de una instalación de estas características permitiría que fuera un referente para la celebración de pruebas de carácter nacional e internacional y la evolución de los escaladores aragoneses», indica Íñigo Ayllón, vicepresidente deportivo de FEDME.

La alternativa pública

Los cálculos más optimistas de los promotores señalan la apertura de este complejo para el inicio del 2025. Sin fecha se encuentra otro de los proyectos que podría dar un giro completo al déficit de instalaciones de calidad para la escalada que hay en Zaragoza. En un futuro, si se materializa la promesa electoral realizada por la actual alcaldesa Natalia Chueca, podrían coexistir dos recintos de nivel. 

Hablamos del rocódromo olímpico planteado por el Ayuntamiento de Zaragoza dentro del gran polideportivo de la Ciudad Inteligente del Deporte, complejo deportivo que se ubicaría en el emplazamiento del parking Norte de la Expo. Sin embargo, no existe en la actualidad un calendario de actuaciones para su ejecución ni un diseño determinado para esta instalación pública.

En la actualidad sólo existen dos rocódromos de titularidad pública en la capital, dentro del CDM Actur y CDM Pepe Garcés, ambos insuficientes y pequeños ante la evolución y afluencia de escaladores presente. Más allá de la futura propuesta de BulderLand, desde los estamentos federativos se considera necesario un gran rocódromo público que disponga de un muro especializado para la velocidad y que además asista la tecnificación y la enseñanza de este deporte a colegios e institutos, promocionando una actividad en alza. España ha pasado de disponer de 150 a casi 400 rocódromos en los últimos cinco años.