Entre sonrisas, cordialidad y buen rollo, el recién llegado --apenas lleva diez días en el cargo-- ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, advirtió a la nueva --cuatro días tras su nombramiento oficial-- consejera de Educación, Mayte Pérez, de que le estará vigilando. Eso puede desprenderse del encuentro que ambos mantuvieron ayer en Zaragoza para compartir discrepancias respecto a la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) y en el que el ministro exigió, por un lado, que Aragón aplique la ley aunque, por otro, admitió el margen de maniobra de la comunidad para modificar contenidos de la reforma.

Así que, en un ambiente cordial --"es un hombre simpático", reconoció la consejera-- Pérez aseguró que las modificaciones introducidas de cara al próximo curso respetarán la ley --"Ojalá no tuviéramos que aplicarla", dijo--, pero el nuevo escenario provocará "los menos trastornos posibles" a los alumnos de 1° y 3° de Secundaria y de 1° de Bachillerato, niveles de enseñanza a los que alcanzará la LOMCE en el curso 2015-16.

ESQUIVO Fue un intercambio de opiniones. O más bien, una exposición, por parte de la consejera, de justificaciones a la oposición a la reforma implantada por el anterior ministro, José Ignacio Wert. Porque Méndez de Vigo aseguró que se limitó a escuchar. "A eso he venido", apuntó. Y evitó pronunciarse acerca de la moratoria de un año que la consejera le pidió. "No hemos hablado de eso", aseguró. No lo hizo él, pero sí Pérez, que no obtuvo respuesta a su petición. "Me hubiese gustado arrancarle un compromiso de moratoria y reflexión que creo que nos exige la comunidad educativa, pero no ha sido así". Se tuvo que contentar con la promesa de la convocatoria de la Conferencia Sectorial --sin fecha-- para conocer de primera mano la opinión del resto de comunidades.

Si la reunión de ayer avanzó algo fue el reconocimiento, por parte del Gobierno central, de que Aragón dispone de un margen de maniobra para la ejecución de la LOMCE. "Mientras respete el contenido básico de la ley, que haga lo que crea conveniente", asumió Méndez de Vigo, siempre sonriente. "Y estoy seguro de que lo hará y de que no vulnerará la LOMCE", añadió.

RESPUESTA Pérez recogió el guante y, poco antes de dar orden de publicar en la web del Departamento de Educación la suspensión de la aplicación de las resoluciones dictadas por el anterior Ejecutivo, defendió el nuevo currículo. "No tomamos las palabras del ministro como algo intimidatorio. Sabemos hacer las cosas bien y, de acuerdo a la ley, lo que hacemos es resolver un problema generado por el Gobierno anterior y asumir y ejercer nuestra competencia en una relación de igual a igual con el ministerio". De hecho, añadió que "quizá ha sido una sorpresa para el ministro porque hasta ahora Aragón ha sido una subordinada al ministro Wert y su alumna aventajada, pero nos van a escuchar".

Lo que sí escuchó el ministro fue la oposición frontal del Gobierno autonómico a la LOMCE. "Le he manifestado que esperamos que sea derogada cuando el PP pierde la mayoría en las próximas elecciones", indicó Pérez, que enumeró al representante del Gobierno "con pelos y señales" los problemas derivados de la aplicación de la reforma. "Hemos hecho hincapié en la irresponsabilida del Gobierno dejando lo que dejó, con resoluciones dictadas en junio y generando cientos de dudas de interpretación. Imagino que venía con información equivocada y se ha topado con la realidad".