Hoy se empieza a ejecutar el nuevo sistema de copago por consumo de fármacos con financiación pública que, por primera vez, implica también a los pensionistas. El Ministerio de Sanidad no solo ha incluido a este colectivo en la obligación legal de abonar parte de lo que cuestan los medicamentos que se les recetan, sino que ha ideado para ellos un caótico proceso que, si nadie lo impide, les llevará a adelantar cada mes millones de euros a la Administración y esperar varios meses el reembolso.

La población

¿Quién está afectado?

Todos los ciudadanos, sean trabajadores activos o pensionistas, deben abonar algún tramo de copago, en función de su renta anual. Están exentos quienes perciben una pensión no contributiva o una renta de integración social, los damnificados por el síndrome tóxico y los discapacitados en grado superior al 33%. Los desempleados sin subsidio y quienes reciben tratamientos derivados de un accidente laboral no han de abonar copago.

Los trabajadores cuya renta anual es inferior a los 18.000 euros pagarán un 40% del precio del fármaco que se les recete. Quienes tienen una renta de entre 18.000 y 100.000 euros, abonarán el 50%, y las rentas superiores a 100.000 euros, el 60%. En el caso de los pensionistas, su copago tiene límites: quienes perciben menos de 18.000 euros anuales, pagarán el 10% del precio, con un tope mensual de 8 euros. Los que tienen una renta de entre 18.000 y 100.000 euros, pagarán el 10% con un máximo de 18 euros al mes. Y un 60%, los de renta superior a los 100.000, con un tope de 60 euros al mes.

La devolución

¿Quiénes pagarán en exceso?

Excepto en Andalucía y Cataluña, los pensionistas abonarán en la farmacia, indefinidamente, el porcentaje de copago que les corresponde en función de su renta. En los meses posteriores --Aragón sigue confiando en que sean "dos o tres"--, la Administración les reembolsará lo que hayan pagado en exceso en relación a un tope mensual que también define su renta. Ese máximo son 8 euros al mes para un 76% de pensionistas --los que cobran al año menos de 18.000 euros--, y 18 para el 24,95% restante, que cobran entre 18.000 y 100.000 euros. Un 0,5% tienen rentas superiores a 100.000 euros, y un tope de copago de 60.

También Galicia ha evitado que los pensionistas adelanten el pago y ellos tampoco tendrán que abonar nada en la farmacia. La medida ha sido expuesta por la Unión de Consumidores de Aragón (UCA) que ha solicitado a la DGA --sin éxito-- que los pensionistas no paguen en la botica y se les cargue después en su cuenta el importe correspondiente tanto si han excedido el límite como si no.

Las cantidades

¿Qué pagará una anciana enferma?

Según los cálculos establecidos por varios expertos del ámbito sanitario, una pensionista enferma, de 73 años, cuya renta anual es inferior a los 18.000 euros y que sufre osteoporosis grave, hipertensión arterial, ansiedad y urticaria, consume seis tipos distintos de fármacos al mes, así como calcio, hormonas o ansiolíticos, debería abonar el 10% de un coste aproximado de 125 euros al mes.

Teniendo en cuenta que la pensión de la mujer le obliga a abonar un máximo mensual de 8 euros al mes, la Administración le adeudará cada mes 117 euros que, multiplicados por los seis meses que podría llegar a tardar en reembolsarlos, sumarían más de 700 euros.

Muchas voces advierten de que numerosos pensionistas no están en condiciones de adelantar esta cantidad económica al Estado sin dejar de cubrir sus necesidades y existe cierto temor a que los pacientes dejen de acudir a la farmacia a retirar sus medicamentos. Las protestas de los colectivos siguen sucediéndose.

Los puntos de venta

¿Están preparadas las farmacias?

Tanto médicos como farmacéuticos han mostrado estos días cierto nerviosismo ante la "precipitada" implantación del nuevo modelo. Ayer, el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza, Ramón Jordán, asumió que el nuevo sistema de cobro de recetas en función de la renta supone un "cambio radical en el sistema de prestación farmacéutica" y habrá que esperar unos meses para conocer "si tiene realmente un efecto más disuasorio que de ahorro".

En declaraciones a Europa Press, señaló que el nuevo sistema es "complejo", si bien "el mecanismo de la DGA", en principio, no le parece "mal" y el pensionista "no tiene que hacer nada", sino que "se le va a devolver el dinero de oficio" por parte de la comunidad autónoma".

Jordán agregó que "llevamos muchos años con el copago y se había quedado obsoleto" el actual sistema. "Si esto contribuye a un uso más racional, bienvenido sea" y reconoció que los primeros días habrá "impacto" porque "toda la casuística no se ha podido prever".