Calatayud celebró ayer el día grande de las breves fiestas de San Íñigo, patrón de la ciudad. Una celebración de dos días que este año llegó marcada por la inauguración de una remozada plaza España, que presenta nuevo pavimento, y a su vez por la polémica política que esta obra ha despertado. El PSOE, como había anunciado, no acudió a esta inauguración para mostrar su desacuerdo y criticar la "faraónica" inversión que, a su juicio, ha supuesto la actuación impulsada por el alcalde, José Manuel Aranda.

Pero no toda la jornada se centró en el nuevo aspecto de la plaza. El día grande comenzó con dedicatoria para los niños, con la comparsa de gigantes y cabezudos que partió del edificio de Claretianos y recorrió buena parte de la ciudad. A mediodía, como lo hiciera el viernes, sonó el tradicional Reloj Tonto y voltearon las campanas de las iglesias, coincidiendo con la citada inauguración de la plaza España y el pasacalles de la agrupación Pascual Marquina que le sucedió.

Mientras, en la plaza, los bilbilitanos pudieron asistir en directo a la emisión del programa A vivir Aragón, de Miguel Mena en la cadena Ser, y los más pequeños tuvieron hinchables mañana y tarde. La jornada incluyó asimismo un homenaje a los agentes de la Policía Local que salvaron la vida de un anciano en el incendio de su vivienda.

PROCESIÓN Por la tarde, pese al tiempo algo desapacible, partió la procesión con la imagen y reliquia de San Íñigo, tras la misa oficiada por el obispo Eusebio Fernández Sola en la iglesia de San Pedro de los Francos. Tras el recorrido se repartieron, como cada año, los panes bendecidos por el santo.

Por la noche fue el turno de los jóvenes, con la actuación en el recinto ferial del disc jockey Danny Romero, antes de que, a media noche, el toro de fuego y la ronda jotera del santo cerraran una nueva edición de las fiestas.