El consejero de Sanidad, Ricardo Oliván, y la gerente del Salud, María Ángeles Alcutén, han ofrecido, en las últimas horas, versiones algo distintas respecto al tipo de gestión del futuro hospital. Así, mientras Oliván ha afirmado en varias ocasiones que se llevará a cabo a través de la colaboración público-privada y que una empresa se hará cargo de la construcción, Alcutén advirtió la pasada semana, en la propia localidad turolense, que todavía se está estudiando la fórmula y que se utilizará la "concesión de obra pública" en caso de que no pueda emplearse dinero público. Asimismo, el Salud dejó claro que el centro será "100% público".

Mientras, los partidos de la oposición en la Diputación de Teruel (DPT), PSOE e IU, criticaron ayer que "continúa la incertidumbre" sobre si la gestión será pública o privada y presentaron una propuesta conjunta en el pleno de la institución provincial para "que quede claro que tanto la gestión como la construcción del hospital debe ser pública", según el diputado socialista Pedro Castellano, que criticó las "contradicciones" de la Administración.

Por su parte, la diputada de Izquierda Unida Amor Pascual expresó su preocupación por la experiencia de otras comunidades autónomas en las que se ha abierto "el melón de la sanidad", como en Baleares, la Comunidad Valenciana o la de Madrid, y donde, en su opinión, han acabado costando "más".

Además, el portavoz del PSOE en la Comisión de Sanidad de las Cortes de Aragón, Eduardo Alonso, calificó de "sainete" y "vacío preocupante" la paralización y el retraso del Gobierno aragonés en la construcción de los nuevos hospitales de Teruel y Alcañiz.

Alonso criticó la "descoordinación" entre el consejero y la gerente."El Gobierno de Aragón no sabe ni quién será el propietario del hospital, ni quién pagara el edificio, los terrenos ni el equipamiento, que no es una partida menor", dijo.